¿Cómo reciclan estos 10 países del mundo?
¿Cómo reciclan estos 10 países del mundo?
Te contamos como se recicla en estos diez países del mundo.
Te contamos como se recicla en estos diez países del mundo.

España
Además de lo que todos conocemos en cuanto al color de los contenedores para reciclar: verde para el vidrio, amarillo para papel y cartón y amarillo para envases y plástico; hay más normas que regulan el reciclaje en nuestro país. Algunos envases, por ejemplo, presentan un punto verde, que se refiere a los que tienen un ciclo de recuperación y reciclado que permite su reaprovechamiento. Además, ahora el Congreso quiere prohibir la distribución de bolsas de plástico para 2017.
Francia
En Francia encontramos cinco contenedores de reciclaje, con distintos colores y símbolos para distinguirlo a primera vista. Además, existe un planning anual a seguir, que permite, normalmente, tirar la basura dos días por semana. Los ciudadanos tienen que seguir este planning para saber qué día pasa el camión de recogida y sacar la basura la noche anterior. El ciudadano que no recicla recibe una multa.
Italia
En Italia también puedes recibir una multa si no reciclas bien, pero para evitar esto, en Milán, por ejemplo, el Ayuntamiento reparte de forma gratuita bolsas de colores para separar cada tipo de residuo y una serie de instrucciones, para el reciclaje en el hogar Cada tipo de residuo corresponde a un color de bolsa: los residuos orgánicos irán en la bolsa blanca, los residuos multimaterial en el que caben el papel de periódicos o revistas, botellas, en la bolsa morada transparente, el vidrio se tira directamente al contenedor y lo que no quepa dentro de estos grupos va en el saco gris. La basura no se recoge todos los días y los ciudadanos tienen que aprenderse un horario específico.
En cuanto a los contenedores, también cambian respecto a nuestro país. Mientras que en España el del papel es azul, este sirve en Italia para el plástico y viceversa.
Alemania
A principio de año, los alemanes reciben en su casa un calendario de reciclaje con 12 tipos de reciclaje diferentes. Además, tienen un horario para tirar la basura en los días laborables de 08:00h a 20:00h, mientras que en los fines de semana no se recoge basura. Como novedad, además de los típicos contenedores de colores, Alemania dispone de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) mediante el cual los ciudadanos pagan un impuesto cuando compran un envase y solo se lo devuelven si lo depositan en perfecto estado en una serie de máquinas situadas en los supermercados donde las compraron.
Noruega
En el país nórdico, la clasificación de residuos es igual a la española pero solo existen contenedores para orgánico y para papel y cartón. El plástico se pone en una bolsa especial al lado del contenedor de papel el día que se recogen los residuos de este, y el vidrio se deposita en unos contenedores especiales situados cerca de los supermercados. Cada residuo clasificado en bolsas de distintos colores. Eso sí, incluyen además contenedores para tóxicos como sprays y componentes de electrónica. El contenedor de los residuos orgánicos se recoge una vez a la semana, el del papel y cartón una vez al mes. Siguen un calendario que el ayuntamiento reparte a final de año. Todos estos residuos los transforman en energía para abastecer a la mayor parte del país.
Estados Unidos
Estados Unidos es uno de los países más grandes del mundo y con una gran población por lo que la cantidad de residuos que generan, en promedio, es de 2,25 kg de basura por persona al día. Algunas ciudades como Seattle están optando por sancionar a aquellos ciudadanos que tiren restos de comida a la basura en vez de separarlos para hacer compost. En Nueva York, al igual que en muchas otras ciudades, existen establecimientos que dan dinero a cambio de latas u otros productos para reciclar y son muchos los que se presentan con carros cargados de residuos para obtener dinero. Tan concienciados están con el reciclaje que en Miami la multa por no reciclar puede ascender a 2.500$.
Brasil
Brasil es el mayor recolector de latas de aluminio del mundo, con un 98,4% de reutilización de las mismas. La cultura del reciclaje en Brasil obedece a que las comunidades más desfavorecidas, organizadas en cooperativas, tienen en la recogida de latas la única fuente de ingresos para sus familias. Sin embargo, la población no tiene conciencia para la separación de los materiales para reciclarlos, por lo que supone un problema llevar a cabo esta acción.
Marruecos
En Marruecos, los residuos se consideren un recurso que puede ser bien gestionado para estimular la economía y reducir los impactos al medio ambiente. Para ello, existen recolectores de basura organizados en cooperativas que llevan los desperdicios a plantas de gestión de desechos como Oum Azza, que obtiene beneficios de los desechos orgánicos al aprovechar el biogás resultante de la descomposición.
Japón
En Japón se producen más de 12 toneladas de residuos reciclados a diario. Cada barrio funciona de forma individual y casi autónoma, por ello, cuando empiezas a vivir en una zona determinada, recibes un libro de más de 30 páginas con los detalles del reciclaje de tu zona. Además, existen unas normas muy estrictas para hacerlo. Por ejemplo, hay que lavar los envases y doblar los productos para que ocupen el mínimo espacio. En las calles, no existen a penas papeleras, puesto que los ciudadanos se llevan su basura consigo para reciclarla en casa. No existen casi cubos de basura, sino espacios habilitados para que los vecinos dejen allí sus residuos.
Venezuela
Existen numerosas empresas en Venezuela que hacen grandes esfuerzos por reciclar, pero debido a la situación en la que se encuentra el país, de las 19 mil toneladas de residuos que se producen a diario, solo entre el 10% y el 20% se reciclan. Estas empresas de reciclaje están clasificadas en distintos colores y se encuentran por todo el país: el amarillo para el plástico, el verde para el vidrio, el azul para el papel, el naranja para el aluminio, el marrón para el aceite, el púrpura para electrónica, el rojo para las pilas y el gris para el resto. Toda una red que no consigue obtener resultados significativos.