10 actividades ecológicas para realizar con niños
10 actividades ecológicas para realizar con niños
La conciencia ambiental comienza desde la infancia.
La conciencia ambiental comienza desde la infancia.
La importancia de respetar el medio ambiente en casa
Es necesario que aprendan a separar el papel, el vidrio y el cartón en los contenedores correspondientes y si se realiza de una manera divertida mucho mejor. En el caso del reciclaje, se puede organizar una competición para ver quién lleva primero los residuos al contenedor, quién es capaz de saber los colores de los contenedores, qué van dentro de cada uno o que los niños se conviertan en unos particulares árbitros y saquen una tarjeta amarilla a quién no cumpla, en casa, las normas de reciclaje.
Preparar un compost en casa
Prepararlo es una forma sencilla de devolver a la tierra lo que obtenemos de ella. Coge una caja y fórrala por dentro y por fuera con bolsas de basura. Haz unos agujeros en los lados para facilitar la ventilación. Coloca tu depósito en un lugar soleado y que tu hijo vaya añadiendo los desperdicios de la cocina, materia vegetal y un poco de tierra. Después de unos días, tendréis un excelente abono para vuestras plantas.
Apunta a los peques a talleres ecológicos
Una de las mejores formas de aprender es hacer cosas por uno mismo. Los talleres de actividades prácticas para menores pueden ser muy variados en su relación con el medio ambiente: hacer cajas para reciclar los residuos domésticos, reutilizar objetos usados para hacer manualidades ecológicas, fabricar casas de cartón y tetrabriks, montar huertos escolares o clases de pintura al aire libre.
Plantar un árbol
Lo primero es que los pequeños investiguen sobre los cuidados así como la cantidad de agua y luz que necesita nuestro árbol. Después les tendremos que enseñar a sembrarlo y tendremos que motivarlo a cuidarlo mientras lo ve crecer. Así, comenzarás a crearle una conciencia ecológica.
Cuidar y respetar a las mascotas
Si tenéis una mascota en casa podéis procurar que los niños, siempre con la ayuda y supervisión de un adulto, que dentro se sus posibilidades, se encargue de sus necesidades más básicas como darle de comer, jugar con él o bañarle. Así, desde niño irá adquiriendo amor y respeto por los animales.