Laberintos con diseño
Laberintos con diseño
De arquitectura pródiga en simetrías, una casa labrada para confundir a los hombres, así define Borges a los laberintos. Espacios que son fuente de inspiración artística y, al mismo tiempo, llaman a quienes los crean y recorren a perderse y reflexionar.
Conoce algunos realizados por artistas y arquitectos.
De arquitectura pródiga en simetrías, una casa labrada para confundir a los hombres, así define Borges a los laberintos. Espacios que son fuente de inspiración artística y, al mismo tiempo, llaman a quienes los crean y recorren a perderse y reflexionar.
Conoce algunos realizados por artistas y arquitectos.

Carlos Teixeira
El arquitecto brasileño Carlos Teixeira diseñó "The other, the same", una instalación temporal exhibida en el pabellón de la 29 Bienal de Arte de Sao Paulo.
Este laberinto fue elaborado en capas de cartón sobre plataformas móviles, lo que permitía que funcionara como un escenario; además, al modificar su disposición, los arreglos aleatorios invadían en ambiente y lo transformaban y cuestionaban el exterior e interior del mismo.
Robert Morris
El escultor y artista norteamericano diseñó este espacio como una instalación interactiva de seis meses en el Museo de Arte Nelson Atkins.
La estructura de vidrio de forma triangular con paneles de 2 metros de altura y 400 toneladas fue construida sobre una base de piedras de concreto entre cerca de 80 trabajadores. Las capas de vidrio fueron cubiertas con rieles de bronce en la parte superior y el acceso al mismo era a través de una vía pavimentada en ladrillo rojo.
Es Devlin
La también diseñadora de escenografías de artistas como Kanye West y Myle Cyrus creó este laberinto de espejos en un taller artístico al sureste de Londres por encargo de The Fifth Sense (i+D y Chanel).
El espacio se encontraba dividido en cuatro cuartos unidos por puertas ovaladas; mientras que una instalación de video que representaba agua tenía por intención invocar la sensación de caída, la cual Devlin asociaba con los aromas, en particular el perfume con que fue llenada la última sala.
Bjarke Ingels
El director de la firma danesa de arquitectura BIG, proyectó este laberinto cóncavo de madera en el National Building Museum, en Washington.
La instalación de 18 metros cuadrados fue hecha en abedul báltico contrachapado y su diseño se basó en antiguos laberintos griegos, europeos y americanos, así como en la idea de que a medida que los visitantes se adentraran en él, lograran mayor claridad visual de la estructura del mismo.
Mauricio Pezo y Sofía von Ellrichhausen
Creado para la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2016, Pabellón Vara consistió en un laberinto hecho a base de cilindros traslapados.
Su estructura fue elaborada a base de diez cilindros de distintos tamaños en color verde azulado, los cuales se tocaban o sobreponían para crear una red compleja de espacios abiertos y cerrados.
Gijs Van Vaerenbergh
El estudio belga Gijs diseñó este laberinto estilo industrial que consiste en un kilómetro de corredores de acero en el actual centro de artes C-mine, una antigua mina de carbón.
La instalación medía 37.5 metros cuadrados y se requirieron 186 toneladas de placas de cinco milímetros de acero para las paredes. En ellas se creó un camino a base de huecos generados mediante transformaciones booleanas para crear perspectivas y espacios que reinterpretaran la pieza de una forma escultural.
John Miller
El Instituto de Arte Contemporáneo de Miami albergó este confuso laberinto construido a base de espejos de acrílico. La instalación, titulada Lost, abarcó aproximadamente 74 metros cuadrados.
De acuerdo con el artista norteamericano, la realización de la estructura buscó generar un ambiente de desorientación. Finalmente, al centro de la misma se encontraba la escultura de una persona cubierta de fruta con sólo los brazos descubiertos.
Alan Parkinson
El fundador y creativo de Architects of Air diseñó las estructuras monumentales inflables, denominadas Luminarium, que constituyen un laberinto sinuoso lleno de cúpulas inspiradas en la arquitectura islámica, los sólidos arquimedeanos y las catedrales góticas.
En su interior, los visitantes podían apreciar instalaciones lumínicas; además, sus estructura modular permitía lograr distintas configuraciones de túneles.
Enrique Oliveira
Transarquitectónica, instalación realizada en la galería del Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo, consistió en un espacio cavernoso que simulaba las raíces de un árbol a manera de un laberinto de túneles en los que los visitantes podían perderse.
El material del que fue hecho, madera contrachapada, aludía a la naturaleza y a las favelas de Sao Paulo, pues es comúnmente empleado en dichas construcciones informales.