Test: ¿Cuál es el arquetipo propuesto por Carl Jung que te describe mejor?

¡Tú eres el sabio! Según Carl Jung, el sabio representa la sabiduría y la búsqueda de la verdad.

Eres sabio más allá de tus años, paciente y un pensador profundo. Te impulsa la sed de conocimiento. Uno de tus mayores temores es ser ignorante, estafado o engañado.

Eres increíblemente inteligente, pero te arriesgas a analizar todo al punto que podrías ser incapaz de tomar una decisión.

¡Eres un alma vieja y sabia más allá de tus años, pero Jung te diría que no te pierdas en las nubes!

¡Eres el rebelde! ¡Ves la injusticia en todas partes y quieres sacudir todo el sistema!

Según los psicólogos Jungianos, este tipo cree que las reglas están hechas para romperse y es impulsado por el deseo de conmocionar y provocar a la gente. Tienes principios profundos y arraigados pero eres un espíritu libre con pocos límites.

Tienes el potencial de realmente cambiar las cosas, pero no seas tan extremista. ¡Reina en tu espíritu rebelde y verás cuánto impacto puedes realmente causar!

¡Eres el explorador! Según Jung, podemos encontrar este arquetipo en muchos mitos y cuentos de hadas.

Eres un nómada inquieto, siempre lleno de pasión por los viajes. Ves la vida como una gran aventura y siempre planeas tu próximo movimiento. Este arquetipo está sediento de nuevas experiencias y nuevas personas.

Eres independiente, adaptable, ambicioso y fiel a ti mismo. Su sentido de la aventura es su mayor fortaleza, pero puede arriesgarse a preguntarse sin rumbo y puede que le resulte difícil elegir una dirección. ¡Canaliza tu espíritu aventurero en algo productivo!

Tú eres el cuidador, Jung identificó este arquetipo en muchas diosas y modelos femeninos a lo largo de la historia. Tú eres la figura materna: el cuidador desinteresado y el ayudante.

Todos acuden a ti en busca de consejo. Realmente amas a los demás como a ti mismo y tu mayor temor es el egoísmo y la ingratitud.

Manifiestas compasión y generosidad. Un psicólogo Jungiano te diría que tengas cuidado y que no se vayan aprovechar de ti; nunca te permitas jugar el mártir.

¡Eres el héroe! Carl Jung identificó este arquetipo en casi todos los mitos, independientemente de la cultura o la religión. ¡Tú eres el que salva el día!

Tienes un fuerte deseo de demostrar tu valía a través de actos valientes. Eres fuerte, aventurero y siempre estás dispuesto a sacrificar tu felicidad por el bien común.

Tu mayor temor es ser débil o vulnerable. Ten cuidado de ser arrogante.

Salve salvar el día, pero no hable de ello sin parar, deje que sus acciones hablen por sí mismas.

¡Eres el niño! Jung también se refirió a este arquetipo principal como "el Inocente". Él creía que todos lo poseemos, pero algunos manifiestan el arquetipo con más fuerza que otros. Como niño, estás lleno de fe y optimismo.

Algunos pueden decir que ves el mundo a través de lentes de color rosa o que estás viviendo una fantasía, pero realmente solo ves lo bueno en todas las cosas. Estás muy cerca de tu madre y tienes un fuerte deseo de demostrarte haciendo las cosas "de la manera correcta".

Tenga cuidado de ser demasiado ingenuo y protegido. ¡Usa tu optimismo e imaginación para ayudar a otros a ver lo bueno en el mundo!

¡Eres el embaucador! Jung identificó este arquetipo en dioses como Hermes en la mitología griega, Loki en la mitología nórdica y Mercurio en la mitología romana.

Al igual que estos dioses traviesos, eres rápido, ingenioso, astuto y elusivo. Eres un “Mil Oficios”; un verdadero hombre renacentista Vives la vida al máximo, nunca rechazas la oportunidad de hacer una broma o divertirte.

¡Estás lleno de alegría, pero te arriesgas a ser demasiado tramposo o travieso! ¡Usa tu ingenioso juego para alegrar a los demás!

¡Tú eres el gobernante! Jung identificó este arquetipo en muchos mitos. Piensa en Zeus, "Padre de los dioses".

Eres un fanático del control que desea el éxito y el orden. Eres seguro de ti mismo, autosuficiente y extremadamente capaz.

Te encanta cuidar a tus seres queridos, y serías un gran mentor. Tu fuerza radica en tu capacidad para asumir la responsabilidad y la autoridad.

Sin embargo, ten cuidado, en no ser demasiado excesivo y agresivo. ¡Al final, no puedes controlar todo!