¿Qué animal eres cuando te enfadas?

Tu ira es una fuerza muy difícil de apaciguar. Te enojas con frecuencia y no hace falta nada para sacarte de quicio. Algunas de las personas que te conocen opinan que montar en cólera es una de tus actividades preferidas. A menudo te irritan cosas poco relevantes y no sabes (ni quieres) controlarte.

Debido a que posees una elegancia innata, si alguien quiere cabrearte, más vale que ponga en ello todos sus esfuerzos. No perteneces a las personas que se enfurecen sin tener un buen motivo para ello, aunque una vez que te dejes llevar por la furia cambias de una manera impresionante. Nadie debe meterse contigo si no quiere meterse en problemas.

¡Felicidades! Eres una dulzura andante, y todo el mundo lo sabe. Siempre tratas de controlar tus malas emociones, y te gusta compartir tu buen humor con otras personas. Tierno, paciente y cariñoso: ¡eres tú! Ojo: si de vez en cuando no te permites enojar, los demás pueden empezar a aprovecharse de tu bondad.

Por más irritado, disgustado o enojado que seas, antes de confrontarte con otras personas prefieres planear una venganza a sus espaldas. Eres un enemigo muy peligroso, ya que los demás tienden a menospreciar tus capacidades, o simplemente no las notan. No te cuesta nada ponerte furioso, pero no sueles manifestar tus emociones ante los futuros objetos de tu venganza.

Si bien eres de los que se enfadan fácilmente, pretendes ser justo y mantener el tipo incluso cuando te dejas llevar por la ira. Generalmente te descargas con tus seres queridos, ya que son los que más te importan. Tu fuerza y dignidad se manifiestan tanto en tu manera de pelear, como de hacer paces.