Te enseñamos cómo hacer una grulla de origami en pocos pasos

Partimos de una base cuadrada. Si tu papel es el que todos tenemos en casa, tamaño A4, dobla una de las esquinas superiores a lo largo de la hoja hasta que se alinea con el borde lateral. Corta el rectángulo sobrante y ya tendrás un cuadrado perfecto.

Dobla el papel a la mitad, tanto horizontal como verticalmente. Como resultado tendrás un pliegue en forma de cruz. Haz lo mismo con las dos diagonales. La finalidad de este paso es que termines con un papel con un pliegue en forma de asterisco.

Dobla la esquina inferior derecha sobre sí misma, y coloca la punta en el centro del papel. Repite la operación con la esquina inferior izquierda. Te quedará un papel con forma de casa.

Dale la vuelta al papel y repite esta operación con las dos esquinas restantes. El resultado será un cuadrado de dos colores. Repasa las pliegues.

Coloca la hoja de forma que una de las esquinas señale a tu dirección. Además, todo el lado derecho del rombo ha de ser de un color, y el izquierdo de otro. Una vez estemos en esta posición dobla la hoja a la mitad. ¿Seguimos teniendo las dos mitades del triángulo restante de diferentes colores? Si es así, vamos por buen camino.

A partir de este paso, entramos en la parte más complicada. Centrémonos ahora en el lado blanco del triángulo. Con la esquina del triángulo en la parte superior, doblaremos las parte blanca sobre sí misma hacia el interior del triángulo, de forma que la esquina inferior derecha del triángulo se una en la parte superior del mismo. Haz lo mismo con el otro lado del triángulo inicial. El resultado es una especie de cometa de dos colores.

Colocamos la parte blanca hacia la izquierda, y doblamos una de las "alas" rojas sobre el eje inferior, de forma que el lado inferior derecho del rombo rote sobre su esquina inferior. Llevamos este borde hasta el centro del rombo. Realizamos la misma operación con el lado izquierdo inferior.

Damos la vuelta al rombo y realizamos la misma operación con las "alas" de esta cara. El resultado es un romboide que tiene forma de cometa estirada.

Desde la posición anterior, deshacemos el último pliegue y giramos la figura 180 grados. De forma que la esquina del rombo que no ha sido altera se coloque en la parte inferior. Debemos plegar esta esquina hacia el interior del rombo, marcamos bien el pliegue, y la volvemos a su posición inicial.

Ahora aprovecharemos el pliegue que realizamos en el paso anterior. Abrimos desde la esquina superior el rombo, de forma que se rote sobre el pliegue anteriormente realizado. Ahora dobla la esquinas izquierda del rombo hacia el centro y haz lo mismo con la derecha. El resultado será un romboide simétrico.

Cambiamos la cara de la figura resultante anterior. Abrimos las dos "solapas" superiores y el resultado será el de un cuadrado o rombo, con una especie de "cola". Doblamos las esquina que coincide con la "cola" hacia el interior del cuadrado para realizar un pliegue. Deshacemos este paso y abrimos la parte superior del cuadrado sobre dicho pliegue. Igual que hicimos en el paso anterior. El resultado será un romboide simétrico pero con dos mitades claramente divididas.

Doblamos la esquina derecha del rombo sobre si misma, de forma que rote sobre la esquina superior. Repetimos el paso con las esquina izquierda. Cambiamos la cara de la figura y realizamos estos mismos dos pasos en esta cara. El resultado es el de un romboide similar a una punta de lanza.

Estamos muy cerca de terminar. Vamos a trabajar en la parte con color de la figura. Despliegue dicho lado, de forma que la figura sea totalmente roja. Dobla la esquina inferior sobre el eje central hacia la esquina superior. No la pliegues del todo, deja un ángulo de 45 grados con respecto a la esquina superior. Repite este paso en la parte blanca. El resultado será un rombo con dos apéndices laterales.

Tan solo restan dos pasos: doblar uno de estas dos apéndices sobre si mismo para crear la cabeza de nuestra grulla y doblar las alas hacia abajo. Hemos terminado nuestra grulla.