TEST: ¿Eres chismoso?

Guardas el secreto, de todas formas tampoco es tan interesante.

Haces lo posible para guardar el secreto, pero terminas contándoselo a tus mejores amigos.

¡No puedes guardar un secreto, a los dos días ya lo sabe todo el mundo.

Te súper enfadas y no puedes entender por qué no te lo han contado antes.

Te enfadas, pero se te pasa rápido.

No te importa para nada.

Sigues de largo, ¿a quién le interesa lo que hace el vecino?

Sientes ganas de espiar, pero tienes miedo de que te atrapen.

Aprovechas para espiar a ver si se han comprado algo nuevo.

Prestas atención, pero tampoco interrumpes lo que estás haciendo.

Prestas muchísima atención porque ¡te encanta saberlo todo!

No te interesa porque piensas que la mayoría de las noticias son sólo rumores.

¡Atiendes! Te mueres de ganas de saber quién lo está llamando.

Quieres atender, pero te da vergüenza.

Dejas que suene, seguro volverán a llamarlo en un rato.

Estás seguro que no te conocen.

Siempre los estás persiguiendo para enterarte de qué hacen.

A veces les preguntas cómo andan.

Lo cierras, sólo quieres entrar a tu Facebook.

Revisas su muro, pero no quieres abrir sus chats por miedo a que se entere.

Te apuras a revisarle todos los chats privados.

Conversan un rato y luego se acuestan a dormir.

Pueden pasarse toda la noche chismoseando.

Miran la televisión hasta que se quedan dormidos.

¡Nunca escucharías lo que habla tu hermano mayor!

No te importa que se enoje porque lo seguirás haciendo.

Le pides perdón y prometes no volver a escucharlo (aunque no sabes si puedes cumplirlo).