Dulce de Leches para la nostalgia
Dulce de Leches para la nostalgia
Ya sea por nostalgia o verdadera calidad superior, estos manjares nunca se irán de la memoria colectiva.
Ya sea por nostalgia o verdadera calidad superior, estos manjares nunca se irán de la memoria colectiva.

Gándara
Es recordado como uno de los dulces más cremosos y sabrosos que hubo en el país hasta 2004, cuando quebró la empresa láctea homónima que lo producía.
Ubicada en el pueblo de Gándara, sobre la ruta 2 a 17 kilómetros de Chascomús, Gándara se vio arrastrada junto con sus 1200 empleados por la quiebra de su marca madre, la italiana Parmalat, y fue puesta a la venta.
La Martona
Fundada en 1889, La Martona fue la primera fábrica de lácteos del país, así que lo de "histórica" es en serio. Le pusieron ese nombre en honor a la hija de su fundador, Marta Casares, quien además era la madre del escritor Adolfo Bioy Casares.
La Martona estableció un nuevo estándar de calidad en el país y sus grandes avances tecnológicos le permitieron exportar dulce de leche a Inglaterra en 1893.
En 1978, tras casi 90 años de funcionamiento ininterrumpido, La Martona cerró las puertas de su planta en Cañuelas, frente a la estación Vicente Casares, donde todavía está el edificio abandonado.
Argenlac
Argenlac, o Lácteos Argentina, fue la empresa de lácteos de la Liga Agrícola Ganadera y Asociación de Cooperativas Argentinas.
Fue la primera empresa argentina que reemplazó el envase de vidrio por el sachet de plástico. Durante su época de mayor éxito, entre los setentas y ochentas, exportó quesos y elaboró manteca y yogur además de su exquisito dulce de leche.
Pero para 2007 estaba sumida en una crisis y fue comprada por Mastellone, la empresa madre de La Serenísima, que absorbió a sus 21 empleados pero no volvió a producir con esa marca.
La Vascongada
La Vascongada no era sólo el paraíso de los amantes del yogur natural en pote de vidrio, sino también la fábrica de cabecera de los amantes del dulce de leche.
Tras lograr hitos del marketing como imponer su marca Vascolet como sinónimo de leche chocolatada, La Vascongada fue una de las principales empresas lácteas entre los sesentas y ochentas pero para la década del 90 había presentado su quiebra. Fue monitoreada por Parmalat hasta 1998 y luego desapareció.
En 2006, tres años después de ser comprada por Servicios Portuarios, volvió al mercado con un dulce de leche premium -y retro- pero ya no se consigue.
Chascomús
El sachet de plástico de esta marca es un clásico tan recordado que hay grupos de Facebook y otros foros online dedicados al delicado arte de comerlo del envase.
La marca era justamente de Chascomús y, al igual que pasó con su vecina Gándara, terminó siendo parte de Parmalat y desapareció del mercado una vez que la firma italiana se fue a la quiebra.
Pero todavía se conserva en buen estado la dulce memoria del dulce de leche repostero que tan bien quedaba confituras y decoraciones.
Shimmy
Duró poco, pero fue un noble intento de parte de la suiza Nestlé de condensar en un pote todo el gusto del dulce de leche de sus postrecito Shimmy.
Lanzado al mercado en septiembre de 2000, este manjar venía en unos vasos de vidrio coleccionables que todavía se venden como rarezas. Pero quizás lo más recordable del producto sea su publicidad en la que un niño pone en aprietos a su madre en la mesa del desayuno.