Test: Valora tu vida sexual

a. Muy satisfecho.

b. Podría ser mejor.

c. Nada satisfecho

a. Siento que mi deseo está desinhibido.

b. Oscila según el momento y las circunstancias.

c. ¡Uff! Debería hacer memoria. Estoy pasando una larga etapa de deseo sexual inhibido.

a. ¿Quieres que te muestre mi mapa erógeno, punto por punto?

b. Realmente me faltan muchos tramos por recorrer.

c. Desde el punto de vista erótico, no presto ya demasiada atención a mi cuerpo.

a. Si hay atracción, ¡por supuesto!

b. Preferiría esperar, aunque nunca digas nunca jamás.

c. Ni me lo planteo.

a. Además de disfrutarla, me sirve como acicate para mantener mi libido en las alturas.

b. Sí, pero prefiero que sea una práctica confidencial.

c. No tengo necesidad. Si lo hiciese, no lo confesaría.

a. Siempre.

b. Tengo mis fantasías guardadas a buen recaudo. Por si acaso…

c. He olvidado mis preferencias sexuales.

a. Hablo de ello con sinceridad, humor y sin pudor.

b. Permíteme que me reserve el capricho de mentir piadosamente.

c. Mi pasado obstaculiza cualquier experiencia que pueda volver a tener.

a. Siempre.

b. Según de qué se trate.

c. Prefiero privarme del sexo antes que confesar algo así.

a. Llegaron para quedarse. Mi repertorio es variado.

b. Aún siento cierta incomodidad con su manejo.

c. Ni lo quiero ni disfrutaría con ese tipo de cosas.

a. Tengo mi entrenamiento habitual.

b. Esporádicamente.

c. Nunca.

a. La clave está en la comunicación. 

b. Tenemos nuestras diferencias y trato de limarlas para no sentirme culpable.

c. Cada uno tiene sus preferencias y esto causa mucho conflicto y discusión.

a. La experiencia es un grado.

b. No siempre los pongo en práctica.

c. Si no funciona, no creo que haya truco posible.

a. Acariciar, explorar y recorrer la piel de arriba hacia abajo es para mí un arte y la base para una mayor excitación sexual.

b. Soy consciente de que las posibilidades son infinitas, pero ya me da pereza darme a la tarea de descubrir cuáles son las más placenteras.

c. Con lo de toda la vida me ha ido bien.

a. ¡Por supuesto! Mis imperfecciones son encantadoras.

b. Prefiero ir cubriendo ciertas partes.

c. Me resulta complicada aceptar los cambios de la edad.

a. Acudo puntualmente y cuando surge alguna complicación.

b. Evito y atraso este tipo de revisiones.

c. ¿Qué necesidad tengo si mi vida sexual está apagada?

a. Una vida saludable me ayuda a mantener el deseo y sentirme deseado.

b. Debería ponerlo más en práctica.

c. Los años nos llevan a cierta dejadez.

a. Solo pienso en sexo y centro mi atención en lo que hago para tener mucho más placer.

b. La cabeza no para, aunque intento expulsar cualquier pensamiento intrusivo.

c. ¿Se me verá le michelín en esta postura? ¿Y la celulitis? ¿En qué estará pensando? Soy incapaz de dejar a un lado mis preocupaciones.

a. Cuando el deseo sexual se activa me siento receptivo y sensible a la estimulación erótica.

b. Algunos temores sí me paralizan.

c. Mi vida sexual se ve afectada por una mala regulación emocional.

a. Me ha costado, pero sí.

b. Me adapto más al de mi pareja.

c. Ni siquiera sé qué modelo quiero.

a. Respeto, consentimiento y pleno disfrute.

b. La educación sexual (no) recibida ha condicionado mi erótica desde la adolescencia.

c. Los marco según mis miedos, vergüenzas y creencias.