¿Cuál de los 12 arquetipos de personalidad de Jung eres?

Eres un librepensador que hace del intelecto y de los conocimientos su principal razón de ser y fundamento. La inteligencia y la capacidad de análisis son para ti la única vía para entenderte a ti y al mundo. Siempre tienes a mano un dato, una referencia una cita o un argumento lógico con el que rebatir lo que sea.

Te has leído todos los libros de autoayuda que existen en el mundo y los has transformado en parte de tu ADN. Es un optimista incondicional en busca de la eterna felicidad. Le ves el lado bueno a todo y vives un poco en los mundo de yupi. Ves la vida de color de rosa y quieres complacer, pertenecer y ser reconocido por los demás.

Tu personalidad se corresponde a la del viajero osado, aquel que emprende el camino sin trazar una ruta definida, abierto siempre a novedades, actualizaciones y, por supuesto, a la aventura. Tienes un gran afán por descubrir y descubrirte. Sin embargo, por mucho que busques y andes, jamás estás satisfecho con lo que encuentras o a donde llegas.

Eres un líder clásico: te consideras el elegido y el llamado a poner las normas y las reglas en cualquier situación. Eres una persona estable emocionalmente, pero preocupado por la excelencia. Esperas de los demás que hagan lo que dices porque tienes motivos de sobra para tener la razón. Ten cuidado con tu ambición por el poder, te puede llevar a ser un déspota en tu afán por interponer tus ideas.

Eres un alma libre con una profunda ansia de lo novedoso y la imaginación. Te encanta transformar las cosas para conseguir algo totalmente nuevo con tu propio sello. Eres una persona ocurrente, inconforme y autosuficiente. Derrochas genialidad, pero tu inconstancia puede hacer que pienses en nuevos proyectos más que en hacerlos.

Te sientes más fuerte que los demás y por eso eres la figura maternal en tu grupo de amigas, en el trabajo y donde sea que vayas. Quieres ayudar a las personas y evitar cualquier daño para tus seres queridos. No quieres que ningún riesgo o peligro amenace la integridad o felicidad de otros. Sin embargo, con esto a veces te conviertes en un mártir que echa en cara a los demás tus sacrificios.

Eres el equivalente a un gran revolucionario. Regeneras y renuevas, no solo para ti mismo, sino también para los demás. Estás constantemente en un proceso de transformación y crecimiento, tanto a nivel personal como profesional. Tu mayor defecto es convertir a veces los hechos positivos en negativos.

El eje de tu vida es el poder. Tienes una vitalidad y una resistencias únicas y descomunales que hacen que te empeñes en luchar por tu honor. Eres una persona competitiva que prefiere cualquier otra cosa antes que perder. De hecho, nunca pierdes porque jamás te rindes. Pecas de ambición y control.

Eres un rebelde sin causa. Te gusta ser transgresor, provocador y completamente independiente de la opinión de los demás. De hecho, te encanta ir en contra de la sociedad y pensar con cabeza propia, sin manipulación, influencia, control o presión. Tu peor defecto es un autodestrucción por momentos.

Eres todo amor, corazón y sensibilidad. Amas el amor y por disfrutas de estar en pareja. Predicas todo tipo de amor, desde el romántico hasta el fraternal. Tal y como la diosa griega Afrodita, te regocijas en la belleza, la estética y los sentidos, de manera refinada. Haces de lo bello, en el sentido amplio, un valor superlativo.

Seguro que alguna vez te han llamado loco de la vida. Es porque los locos como tu enseñáis a reírse, incluso de uno mismo. Nunca te pones una máscara y no tienes filtros, lo que hace que no te tomes nada en serio. Lo tuyo es disfrutar de la vida, aunque a veces peques de libidinoso, vago y glotón.

Llevas a cargas una mochila entera de heridas del pasado que no conseguiste cerrar. Por ello, sueles sentirte traicionado o decepcionado y esperas que otros se hagan cargo de ti, hasta que ves que no ocurre y te desilusionas. Sueles unirte a otras personas que se sientan como tú y se victimicen, pero debes salir de esta rueda. Porque por otro lado, te muestras al mundo exterior como alguien inocente con un talante cínico.