Sor Juana Inés de la Cruz, una escritora brillante ¿amante de una reina?

Amante de las letras, el conocimiento y el saber, desde niña sabía que su destino no sería casarse y tener una familia. Su búsqueda constante por la sabiduría la hicieron internarse en un convento con el propósito de explorar sus pasiones sin tener que rendirle cuentas a nadie. ¿Quién fue sor Juana Inés de la Cruz? ¿Cuáles eran sus ideales? ¿Conoció el amor? Aquí te contamos todo.

Mary Villarroel Sneshko
Creado por Mary Villarroel Sneshko (User Generated Content*)User Generated Content is not posted by anyone affiliated with, or on behalf of, Playbuzz.com.
Elegir 22 nov 2017
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¿Quién fue sor Juana Inés de la Cruz?

Juana Inés de la Cruz (1648-1695) fue una religiosa mexicana que destaca en la historia como una de las escritoras más resaltantes de Hispanoamérica. Su búsqueda constante por la sabiduría la hacían una fanática empedernida de los libros y la lectura, esto la impulsó a escribir sus propios textos que hoy se consideran como clásicos de la literatura.

Una joven inteligente y hermosa no quería casarse

En pleno siglo XVII se desarrolla la historia de Juana Inés de la Cruz, una joven cuya belleza natural impactaba a todo el que la conocía y su inteligencia prodigio resultaba intimidante para los que no compartieran su mismo nivel de cultura.

Los roles de la mujer para la época estaban más que definidos, la meta principal era conseguir un esposo y la secundaria tener hijos. De la Cruz tenía otros ideales. Su pasión por el conocimiento la llevaron a explorar toda clase de mundos a través de las páginas de sus libros y estaba segura de que la vida convencional no era una opción para ella.

¿Cómo terminó en un convento? Lo que buscaba con insistencia era tranquilidad y tiempo para leer, siguiendo los parámetros tradicionales de la sociedad, no iba a tener tiempo suficiente para explorar sus pasiones como le gustaría. Decidió internarse en un convento para vivir su vida en silencio, refugiada en la tranquilidad y la soledad de las páginas de sus libros.

Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros".

Sor Juana Inés de la Cruz

Este era su más grande deseo, por eso decidió unirse al convento.

Una religiosa criticada por la Iglesia

Su decisión de formar parte de la Iglesia no fue precisamente porque sintiera una conexión extrasensorial con Dios, sino porque el convento le ofrecía todo lo que ella quería: una vida tranquila y sin tener que rendirle cuentas a nadie.

Inteligente y talentosa desde niña, fue desarrollando su propio modelo de escritura con el pasar de los años.

Desde los 15 estuvo influenciada por grandes figuras intelectuales -como Leonor Carreto, virreina de México para quien sirvió de cortejo-, logró desinhibir sus pensamientos y expresar -por medio de la poesía-, sus más profundos ideales, que perseguían inconscientemente las corrientes del feminismo.

Sus versos se volvían cada vez más liberales, rebeldes y atractivos, esto hizo que se creara una fama literaria casi imposible de derrumbar. A la Iglesia parecía no agradarle esta libertad por lo que en numerosas ocasiones la amenazaron, pero Juana estaba protegida por la corte de México y siempre se mantuvo firme a sus ideales.

"¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?” cita una de sus más famosas frases, haciendo referencia a sus deseos de libertad.

Hombres necios que acusan a la mujer sin razón, sin ver que son la ocasión de lo mismo que culpan. Si con ansia sin igual solicitan su desdén ¿por qué quieren que obren bien si las insitan al mal?”.

Sor Juana Inés de la Cruz

En muchos de sus escritos, manifiesta su descontento por la forma en la que la sociedad le ha asignado un papel predeterminado a la mujer en sociedad, mientras que el hombre tiene más amplios los caminos de la libertad.

¿Fue lesbiana? Una relación amorosa con la virreina de México

María Luisa Manrique de Lara, virreina de México se convirtió en su más fiel amiga, en su musa e inspiración y según algunas versiones, en el amor de su vida.
 
Si bien el convento le daba todo lo que buscaba en términos intelectuales, sor Juana Inés de la Cruz necesitaba estimulación social, por lo que disfrutaba enormemente de la compañía de los miembros de la corte mexicana. La virreina fue quien captó más rápido su atención y se convirtió en la persona más importante
de la vida de la monja.
 
Sergio Téllez-Pon, un escritor y editor mexicano, se dio la tarea de publicar un libro titulado "Un amar ardiente" que recopila los poemas más íntimos de sor
Juana Inés de la Cruz y la gran mayoría van dirigidos a María Luisa Manrique de
Lara. El escritor explica que quería mostrar un lado más humano de Juana Inés y
exponer al público sus sentimientos más carnales y puros, sin caer en tabúes.
 
En una de las páginas cita: "Yo adoro a Lisi, pero no pretendo, que Lisi corresponda mi fineza; pues si juzgo posible su belleza, a su decoro y mi aprehensión ofendo". Demostrando que el amor que sentía, quizás no era correspondido.

Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas | Culturizando
Con información de ElPais

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