No me pueden importar menos los granjeros de Fukushima. No me importa si todos se mueren, no es mi problema. Todo lo que me importa es mi familia y yo. No puedo soportar la idea de que estas personas nos puedan envenenar con sus productos".

Es la opinión de un profesor de geología de la Universidad Hayakawa Yukio

Los sobrevivientes no solamente son rechazados por la sociedad, sino tambien por las empresas. Nadie quiere contratarlos por miedo a que las consecuencias de la radiación sean contagiosas y contaminen el ambiente.