La violación continúa. Están en todas partes, en todos los hogares. Nosotros servimos a los rusos ahora. Y las mujeres tendremos que guardar silencio. O ningún hombre querrá volver a tocarnos. ¡Maldita sea!

Anónima

Cita una de las frases del libro. Las mujeres que habían sido violadas eran desterradas de la sociedad como impuras, herejes y hasta catalogadas como enfermas, por eso muchas guardaron silencio y no compartieron su historia. No querían ser rechazadas por la comunidad.