¿Cuáles son las especies más importantes para la supervivencia del planeta?

Los monos, los simios y los lémures deben ser salvados. Más allá de compartir características con los humanos, estas especies proporcionan al ecosistema cosas importantes tal como la absorción de carbono, liberando oxígeno a través de la fotosíntesis y bombeando agua a la atmósfera a través de la transpiración, que impulsa los patrones globales de lluvia. Sumado a esto los beneficios del estiércol para los arboles y plantas del mañana.

La asociación entre las plantas con flores y los insectos polinizadores, especialmente las abejas, es una de las interacciones simbióticas más extendidas e importantes en la Tierra. Esta colaboración de 100 millones de años ha generado una rica diversidad de especies. Las abejas son indispensables para la alimentación humana y otras especies como las plantas, vegetales y flores dependen de su polinización.

Los murciélagos son indispensables debido a su capacidad para matar insectos nocivos y controlar plagas. Con la presencia de murciélagos se pueden evitar el uso de pesticidas dañinos. Ademas los murciélagos también son indicadores de la salud general del ecosistema y el monitoreo de sus poblaciones proporciona sistemas de alerta temprana. Los mismos también se caracterizan por tener muchos rasgos irreemplazables, son los únicos mamíferos que usan el vuelo propulsado, pueden cazar y navegar en la oscuridad usando solo ecos sonoros, entre otros.

Sin los hongos los seres humanos no podrían existir. La mayoría de las plantas terrestres obtienen sus nutrientes y agua del suelo a través de hongos asociados con sus raíces. Además, los hongos son los principales agentes de eliminación de basura y recicladores de nutrientes del mundo natural. También son importantes para los animales terrestres y para la producción de ciertos productos humanos.

El plancton es un término colectivo para nombrar a todas las bacterias, virus, microbios vegetales y animales pequeños que se mueven a merced de los vientos y las corrientes oceánicas y el viento. Ellos son la base de toda la red de alimentos que vive en casi cualquier cuerpo de agua que existe. No sólo alimentan los ecosistemas acuáticos, sino que algunos liberan gases que pueden influir en la formación de nubes y, por lo tanto, en el clima global. Además de esto son capaces de sobrevivir a condiciones extremas.