LA OTRA TV COLOMBIANA: ENTRE IGUAZOS, PAROLAS, STRIPTEASE Y CLASES DE ORTOGRAFÍA

Un par de años después de haber creado “Zoociedad”, el insuperable comediante Jaime Garzón le dio vida a una de las muestras más brillantes y punzantes de humor político en la historia colombiana. Garzón y Diego León Hoyos presentaban un noticiero que satirizaba los hechos que en aquella época estremecían al país. El Proceso 8000, la expansión paramilitar o las relaciones con Estados Unidos fueron algunos de los temas que eran contados en la voz, no de sus protagonistas, sino de personajes caricaturescos como Néstor Elí (vigilante del Edificio Colombia), Godofredo Cínico Caspa (el abogado ultraconservador), John Lenin (universitario militante de izquierda), Dioselina Tibaná (cocinera del Palacio), Inti de la Hoz (periodista de entretenimiento) o William Garra (parodia de uno de los periodistas más importantes del momento, William Parra). Esta compilación nos motiva a pedir una cosa a los dueños de los derechos. ¡Saquen un dvd!

Durante los 90, es probable que no existiera una dupla más detestada, punzante, criticona y graciosa que la compuesta por Martín de Francisco y Santiago Moure. Luego de azotar al país entre el 93 y el 95 con un talk show medio grunge y medio kitsch llamado “La Tele”, volvieron en el 97 con sus implacables burlas en combo 2x1. “El siguiente programa” arrancó como un programa radial diario que se emitía en Radioacktiva, y una serie animada que le apuntaba a la cabeza a todo lo que pasaba en el país, desde los reinados hasta la clase política, pasando por la farándula, la televisión y la idiosincrasia popular. Categorías como “iguazo”, nacionalidades como la “chibchombiana” y críticas que todavía hoy, casi dos décadas después, no pierden vigencia, fueron su gran legado.

Han sido pocos los espacios televisivos que se han dirigido al público infantil sin tratar de venderles por derecha a los niños, un larguísimo catálogo de muñecos y de videojuegos.
Conducido por la entonces novata Patricia Castañeda, “La brújula mágica” era un avanzado híbrido entre números de cuenteros y mimos de parque, experimentos en video, y animaciones rústicas y fantasiosas inspiradas en fábulas y personajes literarios. Poesía, medio ambiente y humor infantil fueron los temas con los que se crió una corta generación de colombianos. Televisión cultural y entretenida, creatividad con pocos recursos.Te extrañamos década del 90.

“Quiere cacao” era un programa concurso bastante raro. Tenía como gran gancho el premio mayor de 156 millones de pesos y era conducido por el popularísimo Fernando González Pacheco, pero a su vez tenía también una extraña mezcla de tecnofuturismo y viejoverdismo. Una lora animada, Mamola, conversaba a lo largo del programa con Pacheco; en el set había un gigantesco computador portátil y los concursantes interactuaban con pesados controles remotos; la sección musical tenía instrumentos que cualquier vanguardia musical envidiaría como el clarinetex, la digitrompet, el megapiano y la tecnoguitarra. Pero eso no era todo, las modelos invitadas a hacer strip-tease (¡sí, en un programa familiar!) iban del set principal a uno más privado a través de una “cabina de tele-transportación”. Demasiada carga emocional para un mismo programa. Un homenaje a la Madre Teresa de Calcuta, una modelo langaruta que quería entrar a la televisión, y Pacheco morboseando la tanguita de la invitada. Todo en un mismo programa.

A Alejandro Villalobos podrán darle todos los varillazos del mundo, pero es indiscutible que él si supo cómo calar entre los jóvenes de la época. Comandante de una legión de creativos y comediantes encabezada por Andrés López y continuada por Jose Gaviria, Patricia Vásquez, Mauricio Quintero, Sebastián Sánchez (el mono de hablado gomelo que hacía campañas cívicas con megáfono en mano vitoreando el “Bogotá te quiere, Bogotá te ama”), trasladó el formato del programa radial “El Mañanero” de La Mega al recién nacido Canal RCN. El resultado era un programa desfachatado e irreverente, con momentos memorable como el strip-tease de Natalia París, y que de paso visibilizó a algunos talentos en ascenso como Aterciopelados y Shakira. ¿Quiere saber cómo era un gomelo cachaco noventero? Este, sin duda alguna, es un gran resumen.

Cuando RCN y Caracol pasaron de ser programadoras a tener sus propios canales, se vieron en la necesidad de inventarse un sinfín de programas nuevos (unos esperpentos, otros aciertos) para llenar la programación. Para la franja de las 10 de la noche mezclaron varios elementos vendedores como humor político, música en vivo y, una vez más (¿nuestra televisión es la historia del soft porn tropical?), una presentadora tetona como Mary Méndez que, de vez en cuando estaba en bikini ante cámaras. El programa también sirvió como presentación en sociedad de personajes como César Escola, Santiago Rodríguez y Pirry. ¿Para qué Film Zone a la medianoche, si teníamos televisión colombiana?

En pleno boom de los realities show en el mundo, Caracol importó el exitoso formato sueco de “Survivor” y se llevó a Panamá a 16 participantes colombianos, y a Margarita Rosa de Francisco como presentadora, para rodar el primer gran hito de este tipo de programas en el país. Aunque bajo el nombre “Expedición Robinson” solo hubo dos temporadas, la semilla siguió viva con las innumerables temporadas de “El Desafío” que aún hoy se siguen haciendo. En adelante, la promesa del dinero fácil, la fama inmediata y la posibilidad de conocer hasta el último detalle de la vida del otro, sostuvieron un formato televisivo polémico que todavía parece tener mucha vida. Catorce años después, seguimos viendo a concursantes en trajes de baño hablar mal el uno del otro.

Sería injusto hacer un listado que incluya lo mejor de la televisión colombiana, sin tener en cuenta algo de los canales públicos, por lo que en nuestro top figura uno de los programas que más ha sacado la cara por Señal Colombia. Conducido por el triple ganador del premio India Catalina como Mejor presentador de entretenimiento, Santiago Rivas, “Los puros criollos” es una verdadera joya que documenta lo más sagrado y típico de nuestra colombianidad. Desde la gastronomía hasta la religión, pasando por la tramitología y los moteles, esta serie investiga y recopila sin prejuicios y con mucho humor todo lo que nos define como criollos. ¿Sabe dónde quedan los mejores moteles del país? Rivas se lo cuenta.

Otra joya de los canales públicos es este ingenioso y pedagógico formato de Canal 13. Un superhéroe afrodescendiente que defiende al idioma y caza cualquier atentado que se haga contra sus normas, es el protagonista de cortos episodios de dos a tres minutos que despejan dudas gramaticales. Paradójicamente, la idea proviene de dos de los personajes más particulares de nuestra televisión, Martín de Francisco y Santiago Moure, quienes junto a Antonio Guerra y Chucky García, han desarrollado los libretos de las historias en las que alguna vez apareció la revista Shock-O. Esperamos no haber hecho méritos para inspirar ese episodio. ¿Se dice accesible, asequible o accequible? El Profesor Súper O se lo explica.