Regalar desodorantes en el metro. Esta es la solución de Viena para el calor

El metro, puede ser una ventaja en cuanto a transporte público se trata, ya que no sufre embotellamientos y viaja a altas velocidades, sin embargo, el hecho de viajar dentro de un espacio cerrado con mínima aireación y muchas personas, en un camino subterráneo, hace del metro un lugar vulnerable a malos olores.

Por esta razón, el metro de Viena, capital de Austria, ha tomado en cuenta las quejas de sus usuarios y ha iniciado un conjunto de medidas en la que destaca la repartición de casi 14.000 desodorantes entre las personas que usan el medio de transporte.

Esto, se debe al agravamiento de los malos olores causados por las altas temperaturas del verano, que han alcanzado los 35 ℃, combinado a la falta de aire acondicionado en varias unidades, que debido a que fueron construidas hace aproximadamente 40 años, no cuentan con este sistema.

Otras de las medidas que estudian los encargados del metro de Viena, es prohibir el consumo de alimentos dentro de los vagones, cosa que es común en los sistemas de metros de otros países, sin embargo, la capital austriaca aún permite comer dentro de las unidades.

Y es que según una encuesta realizada por la compañía de radiodifusión pública, ORF, el 77% de los usuarios del metro de Viena apoya la prohibición del consumo de comida dentro de los vagones, ya que esto colabora en el esparcimiento de malos olores.

Algunos usuarios entrevistados han asegurado que comer cualquier tipo de alimentos dentro del metro genera olores desagradables que terminan por incomodar a las personas alrededor, igualmente, critican la falta de higiene, por lo que han catalogado la repartición de desodorantes como positiva.

Wiener Linien, empresa encargada del metro de Viena, ha contado a través de su portavoz que las personas no se han tomado “demasiado mal” el hecho de regalar desodorantes, aunque en algunos casos las personas se han tomado la medida con incomodidad.

Además, las medidas aún están en periodo de pruebas, por lo que solo la línea U6 las ha experimentado, debido a que 30% de sus vagones no tienen aire acondicionado y la mayoría de sus trayectos se hacen al descubierto, por lo que el calor es mayor.

El rápido crecimiento urbano y poblacional de la ciudad así como el calentamiento global, han provocado que Viena tenga que tomar estas medidas por primera vez en su historia, ya que la ciudad está preparada para afrontar las bajas temperaturas, pero nunca había tenido que lidiar con “calorones”.

Por Juan Bacallado | @9jmbg9 | Culturizando
Con información de: ABC | Pulzo