5 terroríficas pinturas de la historia del arte
5 terroríficas pinturas de la historia del arte
Conoce estas tenebrosas obras y lo que quisieron expresar sus artistas.
Conoce estas tenebrosas obras y lo que quisieron expresar sus artistas.
Esta obra de Salvador Dalí es considerada una de las más impactantes de todo el repertorio del artista. Fue pintada en 1940 justo después de la Guerra Civil española y antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
La expresión que tiene la cara representa el dolor y el temor que causan los enfrentamientos bélicos. Además, dentro de su boca y ojos solo se ven cadáveres, por lo que la muerte es la protagonista de la pintura.
Esta pintura del artista irlandés Francis Bacon, muestra una terrorífica imagen de lo que sería el papa Inocencio X. Se muestra al religioso gritando con lo que serían dos trozos de carne desollados al fondo.
La obra pintada en 1954 tiene una paleta oscura que hace que la imagen del papa y la carne sea lo que destaque entre todo lo demás.
Frida Kahlo pintó esta obra en 1935 y aunque muchos de sus cuadros son bastante desgarradores, este podría ser uno de los más intensos. La fecha de la pintura coincidiría con el momento en el que se enteró de la relación amorosa entre su esposo y su hermana Cristina.
Incluso la sangre va más allá del cuadro y se muestra en el marco, así quiso Frida mostrar la masacre que había ocurrido. Los detalles de las palomas llevando el cartel y el hombre con un pañuelo blanco en el bolsillo muestran la gran simbología a la que ella sometía sus obras.
Otto Rapp pintó esta obra en 1944. La escena muestra un cráneo humano en descomposición que también es una jaula sumamente descuidada. Esta sería la visión del artista sobre la pérdida del racionamiento humano y cómo la frivolidad y las cosas materiales van deteriorando el cuerpo.
Pertenece a las llamadas ‘pinturas negras’ de Francisco Goya, llamadas así por sus temáticas tenebrosas. El canibalismo es lo que más se resalta en esta obra en la que se muestra a Saturno con aspecto aterrador devorando a su hijo.
Según la historia mitológica, el dios se comió a su hijo para evitar que este lo destronara como él había hecho con su padre. A diferencia de otras obras que muestran el mito de Saturno, aquí se muestra al hijo como un adulto y no como un niño.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de listas.20minutos.es