¡Descubre tu estilo deco!

Tus vacaciones ideales consistirían en alquilar una cabaña en alguna playa exótica lo más alejada posible de la civilización. Tomarías el sol, nadarías durante horas, practicarías yoga y meditación sobre la arena, y te hidratarías con agua de coco. Al anochecer, cenarías bajo la luz de las velas y te dormirías con el sonido de las olas. La decoración que te define es innegablemente bohemia, protagonizada por fibras naturales, tejidos frescos como el lino, espacios de relax concebidos a base de cojines y alfombras, muchas plantas, velas y olores calmantes que encuentras en inciensos y sticks aromáticos. ¿Tu libro favorito? Siddharta, de Herman Hesse.

''He nacido en la época equivocada'' es tu frase de cabecera. Sientes nostalgia de un pasado que nunca has vivido, pero que adoras recrear en películas o novelas. En tu casa hay al menos una pieza de anticuario, o encontrada en un mercadillo callejero de alguno de tus viajes por París o Lisboa. Te gustan los electrodomésticos de estilo retro como los de la marca SMEG, y te fascinan el Art Déco, los tejidos suaves como el terciopelo, y los materiales como el cobre o el latón. Si tuvieras que elegir una banda sonora, probablemente sonaría a ritmo de blues o de rock and roll cincuentero.

Siempre estás al tanto de las últimas tendencias (de hecho, te adelantas a ellas). Tu casa es una especie de showroom que se va reinventando cada temporada, pero ante todo, buscas que la decoración se convierta en una extensión de tu personalidad camaleónica, que te defina y se identifique con el momento creativo que estás viviendo. Tus playlists de Spotify sorprenden por su variedad: lo último de Rosalía, temas míticos de los Pixies, o el nuevo disco de Arcade Fire. ¡No se te escapa ni una!

Te horrorizan los espacios sobrecargados, de hecho, te resultaría imposible descansar en una casa así. Lo tuyo es la sencillez, los ambientes pulcros y bien definidos, donde cada elemento está ahí por una razón, nada falta y nada sobra. No sueles mezclar más de tres tonalidades en una misma habitación. Por lo general, te decantas por gamas cromáticas neutras y añades algún detalle puntual de color. No comprendes a esas personas que abarrotan las estanterías con figuritas y jarrones como si no hubiera mañana. ¡Qué agobio! Y limpiar el polvo... ¡eso sí que debe de ser el acabose!

Si pudieras elegir un país para vivir, sería Dinamarca, Suecia o Noruega. Te encanta su concienciación por el medio ambiente, eres fan del hygge, y no hay cosa que más valores que pasar tiempo de calidad junto a los tuyos dentro de casa. Tu decoración predilecta se caracteriza por tonalidades claras, ambientes luminosos, materiales naturales como la madera, y elementos como las plantas. Dos series que, sin duda, recomendarías a tus amigos serían Borgen y El puente (la producción sueco/danesa).

La ciudad y tú sois como el agua y el aceite: no congeniáis. Solo con pensar en la jungla de asfalto sientes picores, y es que donde estén la belleza y la calma del campo, ¡que se quite lo demás! Por eso adoras los ambientes rústicos, las paredes de piedra, las chimeneas de leña, la madera, las vigas expuestas, los tejidos como la lana durante el invierno... Por no mencionar los paseos por el bosque, ¡eso sí que es vida!