Anglia: el auto volador de Harry Potter

Ford ha tenido operaciones en Reino Unido desde 1909 y, durante todo este tiempo fabricó modelos específicos para el mercado británico y europeo. El Anglia es uno de estos modelos.

El primer modelo apareció en 1939, el mismo año que la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de un auto confiable y de reparaciones sencillas. Además de Inglaterra, este Anglia se fabricó en diferentes plantas de Europa de Ford y en algunos lugares se le conoció como Escort.

El modelo que aparece en Harry Potter es un Anglia 105E deluxe; una versión más moderna. Nació en 1960 y estuvo siete años en producción. Fue un modelo popular en el viejo continente, pues se fabricaron más de un millón de estos autos en los 8 años de producción.

Ford nunca tuvo la intención de que el auto volara, pero sí fue diseñado con la aerodinámica en mente. En su diseño se invirtieron horas de túnel de viento y algo de inspiración de Ford en Estados Unidos, como algunos detalles del Lincoln Continental Mark 3.

En la película, Harry Potter y Ron Weasley usan este auto para llegar volando a Hogwarts luego de que un hechizo les impide abordar el tren en la plataforma 9 3/4.
Aterrizan sobre el Sauce boxeador, un árbol mágico de la escuela, que destruye a golpes el auto de la familia Weasley.

En comparación al auto hechizado en Harry Potter, el Anglia de producción tenía una mecánica incipiente. El motor de 1 litro estaba orientado a la economía de combustible y su velocidad máxima estaba por los 120 km/h.
Aunque el nombre ya se usaba en otros mercados para este modelo, en Inglaterra, el Anglia fue reemplazado por el Escort; un vehículo más exitoso tanto comercialmente como en las pistas.