¿Qué tan proactivo eres?

Tu manera de ser responde con valores cuidadosamente meditados, pues podrán pasar muchas cosas a tu alrededor pero sabrás cómo reaccionar ante ellas. Si recibes un “no” por respuesta, no culpas a los demás ni a tu entorno, pues analizas la situación e intentas encontrar una solución para que no vuelva a ocurrir. Transmites energía muy positiva y eso amplía tu círculo de influencia.

Te has convertido en aquella persona que toma las riendas de su conducta y no espera a que las circunstancias ocurran, pues tú mismo te encargas de que sucedan. Es importante remarcar que no se trata de ser hiperactivo (ser proactivo no significa actuar por impulsos), sino de poner empeño en conseguir todo lo que nos propongamos.

Perteneces a aquellas personas receptivas a las propuestas y a los diferentes puntos de vista que reciben del exterior. Has comprendido la importancia que tiene el hecho de desarrollarse dentro de tu círculo de influencia, pues podrás liderar más fácilmente la consecución de los resultados que deseas. Ten en cuenta que ser proactivo te podrá otorgar muchas ventajas a la hora de afrontar retos y tomar decisiones. 

Puede que las condiciones y tu entorno afecten demasiado a tu manera de ser y, como consecuencia, te privan de elegir tus propias acciones. Para ello, fíjate un objetivo, haz una lista de las circunstancias actuales que te impidan lograrlo, y plantea las acciones que necesites llevar a cabo para superarlas. Lo más importante es volver a reencontrarse con el objetivo.