Escenas que no estaban en el guion.

Una de las interpretaciones más llamativas de la carrera de Heath Ledger fue su papel como el Joker en El caballero Oscuro. En esta escena, el comisario Gordon acaba de ser ascendido y toda la plantilla lo felicita. Los siniestros aplausos del Joker se unen a la celebración, totalmente inesperados por el resto del equipo.

El curioso y rítmico ritual de golpes en el pecho que se introdujo en El lobo de Wall Street es, en realidad un verdadero ritual que realiza el actor Mathew McConaghey para concentrarse. Leonardo DiCaprio lo vio y le propuso a Scorsese incluirlo en la escena.

Las películas de Tarantino son famosas por el protagonismo que adquiere la sangre. Sin embargo, esta vez, no fue premeditado. Leonardo DiCaprio se metió tanto en el papel durante una de las escenas que acabó rompiendo con la mano una copa de cristal y cortándose. Pero continuó actuando y el director decidió mantener la escena.

La famosa escena en la que Jack Nicholson consigue cruzar la puerta del baño a hachazos llega a la cumbre cuando el actor asoma la cabeza por la puerta y añade: "¡Aquí está Johnny!" Stanley Kubrick, el director, no había pensado en ella, fue una licencia del actor, tomada de un famoso show televisivo americano cuyo presentador era Johnny Carson y comenzaba así cada programa.

El corazón de Leia se debatía entre Luke Skywalker y Han Solo, pero cuando la princesa ve cómo capturan a este último le dedica un "Te quiero" al que Han Solo contesta con un "lo sé". La respuesta real debería haber sido "yo también te amo", pero Harrison Ford decidió que su personaje no contestaría algo así. Y al director, le pareció bien. En 'El retorno del Jedi', como guiño a este momento, se intercambian los papeles, y cuando Solo le dice "te quiero" a la princesa, Leia contesta un pícaro "lo sé".

El gatito que acaricia Vito Corleone no había sido previsto, pero cuando Francis Ford Coppola lo vio, decidió que El Padrino recibiría a los invitados a la boda de su hija con él en brazos. Un tierno gesto que contrastaba con el carácter del poderoso mafioso.

Steve Carrell accedió a hacerse la depilación del pecho con cera pensando que no sería tan doloroso. Pero parece ser que el dolor fue real.