Valiant Acapulco: un rebelde mexicano

El Valiant Acapulco era un rockstar que caminaba por las calles. Llamaba la atención de los más jóvenes debido a que era relativamente compacto y con un aspecto fresco que no sólo estaba disponible en versión convertible, sino también en una opción de techo rígido que carecía del poste B, lo que le daba un porte que pocos otros coches podían presumir en ese entonces.

Eso sí, no era precisamente potente, se vendía con un motor de seis cilindros y 3.7 litros de desplazamiento de sólo 145 caballos.

El auto estaba basado en el Plymouth V200 Signet, que se ofrecía en carrocería de dos puertas o convertible. Sin embargo, fue adecuado para el mercado mexicano y se fabricaba en la planta de Chrysler, en la colonia Anáhuac, en Ciudad de México. Además, se eligió nombrarlo en honor al destino turístico por excelencia de aquellos años: Acapulco, la ciudad que era el punto de reunión para los jóvenes mexicanos así como para jet set internacional.

Pocas cosas se comparaban con entrar al Valiant Acapulco. Los asientos de cubo y la palanca al piso de la transmisión de cuatro velocidades transmitían la libertad que la juventud de los 60 deseaba. Éste no era el coche de los papás con sombrero, sino el coche para traer el pelo suelto e ir... ¡a Acapulco!

El auto se fabricó entre 1963 y 1967, por lo que tuvo una vida corta de producción. Pero en la mente de los consumidores y los jóvenes de aquella época el coche dejó una marca permanente.

Edición: Reforma Automotriz
Información: Alberto Bortoni