Memorias de Hiroshima
Memorias de Hiroshima
Es un destino del llamado 'turismo negro'. Da un vistazo al Parque Conmemorativo de la Paz en recuerdo del infame 6 de agosto de 1945.
Es un destino del llamado 'turismo negro'. Da un vistazo al Parque Conmemorativo de la Paz en recuerdo del infame 6 de agosto de 1945.

Domo Genbaku
Monumento de la Paz de Hiroshima o Cúpula de la Bomba Atómica. Esta construcción está considerada el símbolo de fortaleza de la ciudad, pues fue la única que resistió el impacto nuclear, y como símbolo de esperanza sobre en la paz mundial.
Erigida por el arquitecto checo Jan Letzel en 1915 para la Exposición Comercial de la Prefectura de Hiroshima, de sus tres pisos sólo sobrevivió su corazón de acero rematado con un domo y parte de su esqueleto de ladrillo y hormigón.
Es sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1996.
Museo Conmemorativo de la Paz
En este recinto, obra del Premio Pritzker Kenzo Tange, se expone con crudos detalles lo que sucedió aquel día. Hay imágenes a gran escala del hongo nuclear, maquetas del antes y el después de la ciudad, narraciones y pertenencias de las víctimas, pedazos de concreto convertidos en una especie de vidrio negro debido a la radiación y hasta una réplica a tamaño real de Little Boy, nombre de la bomba.
Un lugar en el que los visitantes no pueden mostrarse indiferentes, por eso se comprenden las lágrimas silenciosas de unos y las voces entrecortadas de otros.
Cenotafio de las Víctimas de la Bomba Atómica
Al centro del parque, este arco protege las cámaras con los libros con los nombres de las más de 220 mil personas fallecidas a causa de la bomba. La idea es que esta estructura de cemento sirva de cobijo para las almas de las víctimas.
En el monumento, obra también del arquitecto Kenzo Tange, sobresale una inscripción --en distintos idiomas, español incluido-- que dice: "Descansad en paz, pues el error jamás se repetirá", de Saika Tadayoshi, profesor de literatura inglesa de la Universidad de Hiroshima.
Lo común aquí es que el visitante eleve una plegaria y encienda un incienso.
Dato importante: Al situarse justo delante del cenotafio, el arco enmarca la Llama de la Paz, el Estanque de la Paz y la Cúpula de la Bomba Atómica, todos perfectamente alineados.
Monumento a la Paz de los Niños
Este espacio está dedicado a todos los niños que murieron debido a la explosión: El visitante puede tocar una campana o hacer una grulla de origami para pedir por la paz mundial.
Aquí se conoce la historia de Sadako Sasaki, una niña que falleció a los 12 años por una leucemia provocada por la radiación emitida por la bomba, la cual se manifestó una década después de la explosión.
Mientras estuvo hospitalizada, de febrero a octubre de 1955, se dedicó a hacer grullas de papel, pues --según una leyenda japonesa-- aquel que hiciera mil de estas figuras se le cumplía un deseo. Desde entonces, esta ave es símbolo de paz en Japón y sirve para expresar buenos deseos entre las personas.
Por ejemplo, cuando una persona está hospitalizada es muy común que reciba grullas de papel como expresión de pronta recuperación.
El monumento fue diseñado por los artistas Kazuo Kikuchi y Kiyoshi Ikebe e inaugurado en 1958, en mayo, mes en el que se celebra el Día del Niño en Japón.