Porsche 356: el deportivo nacido del Beetle

El 8 de junio de 1948, una pequeña fábrica alemana recibió permiso para que uno de sus prototipos pudiera circular. Su motor, la transmisión manual, los frenos y la dirección eran los mismos que los de un Beetle Volkswagen, pero éste se convertiría en el primer Porsche de producción: el 356.

Pesaba sólo 855 kilogramos y era capaz de alcanzar los 135 kilómetros por hora. De hecho, nació como la combinación de un diseño ligero con un motor supercargado, según llegó a asegurar su creador, Ferry Porsche.

El desarrollo del prototipo comenzó de 1947, con bocetos que mostraban un auto convertible, para sólo dos pasajeros y con un frente compacto y poca distancia del suelo. Tenía una estructura tubular y su motor Volkswagen, ubicado adelante del eje trasero, generaba 35 caballos de fuerza. El motor sería trasladado hasta atrás una vez que comenzara su producción.

Después del prototipo y hasta 1949, Porsche fabricó 52 autos en la fábrica de Gmund, Austria. En 1950, la producción se movería a Alemania. Sin embargo, todavía hoy en día, los primeros autos, aquéllos construidos en Gmund, son muy atesorados. Incluso, el primer 356 fue restaurado y está en manos del Museo de Porsche.

En los años 50, el 356 logró el reconocimiento en las calles y pistas. Era un auto que en algunas configuraciones podía pelear con gigantes de la época, incluyendo a Ferrari, Jaguar y Aston-Martin.

A principios de los 70 era evidente la necesidad de un reemplazo y, en 1963, apareció. El sucesor fue el 911, con un motor de 2 litros de desplazamiento, 130 caballos de fuerza y motor de seis cilindros. El 911 fue un digno sucesor para el 356, convirtiéndose en leyenda por mérito propio rápidamente.

En 1965 termina la producción del 356, todavía entonces Porsche fabricó un modelo del 911 con el cuatro cilindros del 356, el 912.