Pegaso Z-102: el exótico deportivo español

En autos clásicos españoles el nombre de Pegaso es como ningún otro. Los Pegaso Z-102 y Z-103 fueron una muestra de orgullo nacional proveniente de una compañía paraestatal.

La historia comienza con la nacionalización de la compañía Hispano-Suiza en España. Este era un fabricante de autos de gran lujo en las décadas de los veintes y treintas, que pasó a formar parte del gran número de empresas nacionales en una época en donde el comercio internacional era muy limitado.

La empresa resultante fue Enasa, que inició vendiendo camiones y productos industriales en 1946. Wilfredo Ricart fue parte importante de la creación de esta empresa, un ingeniero que había participado en el equipo de competencia de Alfa Romeo, en época de Enzo Ferrari.

El Pegaso Z-102 fue el auto más exótico fabricado por la empresa. Se produjo de 1951 a 1957. Su participación en competencias fue un tanto limitada. El mejor papel lo hizo en la Carrera Panamericana en México, cuando Joaquín Palacio fue remontando lugares durante las primeras cuatro etapas. Un accidente en esta cuarta etapa obligó al piloto español a salir de la competencia, dejando vía libre a Ferrari para las primeras posiciones.

Pegaso producía principalmente los chasises. Las carrocerías eran obra de maestros carroceros de la época, incluyendo a Saoutchik y Carrocería Touring. Las carrocerías de pegaso ligeras, normalmente con un peso menor a 1 tonelada.

Hoy en día los Pegaso son vehículos muy codiciados por coleccionistas. Trabajar en sus restauraciones requieren de manos especializadas pues los métodos de fabricación eran prácticamente artesanales y con piezas difícilmente intercambiables. Además el gobierno español en la época de Franco se encargó de destruir moldes y archivos de éstos vehículos.

Además del Z 102 existe también el Z 103. La fabricación de Pegaso cesó en 1958, pero un Pegaso Z 103 de 1962 es reconocido como el último auto fabricado. Tenía una carrocería de Touring y se envió a un cliente en Estados Unidos.