Mitos del chocolate

<b>Cierto</b>
La teobromina, compuesto conocido como la "molécula del amor", produce en el organismo una sensación de placer que estimula el sistema nervioso central. Además, por su contenido de cafeína, da una sensación general de energía que comúnmente se traduce en bienestar.

A pesar de ello, investigadores de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y Nutrición consideran que no existe una relación de causa y efecto entre su consumo y la estimulación, por lo que todo podría considerarse como un efecto placebo.

<b>Falso</b>
Aunque posee una importante cantidad de grasas naturales, el consumo de chocolate no ha podido ser relacionado definitivamente con la aparición de acné cutáneo.

No obstante, investigadores señalan que quienes tengan predisposición a esta condición deben consumir, en la medida de lo posible, cantidades moderadas de este ingrediente, prefiriendo los que son altos en cacao.

<b>Cierto</b>
El alto contenido de flavonoides, compuesto que se ha relacionado con la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que influye en una mejor circulación de la sangre, ha demostrado que este ingrediente puede beneficiar la salud cardiovascular.

Sin embargo, debido a que la cantidad de flavonoides es mayor en el cacao puro y las grasas añadidas de la leche pueden afectar la salud coronaria, los expertos sugieren consumir chocolate oscuro.

<b>Falso</b>
Una leyenda muy difundida es que este ingrediente, consumido en exceso, puede causar migraña. La realidad es que investigadores no han encontrado una relación que avale esta aseveración.

Lo cierto es que, tanto los flavonoides como la teobromina, pueden favorecer la aparición de ciertos malestares en personas que tienen una tendencia a desarrollar migrañas, pero este efecto es poco común y casi nulo en gente sin esta predisposición.

<b>Cierto</b>
En realidad, por sí mismo ningún alimento engorda: influyen una serie de factores relacionados con la dieta, la cantidad de calorías requeridas por el organismo e incluso la actividad física.

Aunque los chocolates endulzados con edulcorantes distintos al azúcar tienen menos calorías, el cacao por sí mismo contiene un alto contenido calórico, por lo que su aporte energético es alto y debe consumirse de forma moderada.