Los Parra, 'su' sindicato y sus escándalos

Desde 2004, integrantes de la familia Parra dirigen de manera ininterrumpida la sección Naucalpan del Sindicato Único de Trabajadores del Estado y Municipios (Suteym).

Su hermano, David, ya había tenido el mismo cargo en 1990, pero con ella comienza la reciente 'saga' familiar en el sindicato. Tuvo las riendas del Suteym de 2004 a 2008 y, posteriormente, tres de sus hijos han tomado el mismo puesto.

El 16 de diciembre de 2011, el entonces líder sindical fue asesinado dentro de su casa en el fraccionamiento Ciudad Brisa; su cuerpo fue hallado amordazado y atado de pies y manos.
Por el crimen fue detenida, procesada y encarcelada una joven asistente de Palomares Parra, con quien se le relacionó sentimentalmente.

Tras la muerte de su hermano, asumió un mandato interino y luego de 10 meses, fue electo dirigente. Bajo su liderazgo, el gremio sostuvo una campaña contra la Alcaldesa Azucena Olivares y su Tesorero, Roberto Soto, a quien sindicalistas retuvieron por 8 horas en su oficina, hasta que se comprometió a entregar despensas, uniformes y firmar un convenio de prestaciones laborales.

Este año, sustituyó a su hermano René. Su nombramiento como dirigente se dio tras una elección en la que él encabezaba la única planilla.
Al respecto, su tío David dijo que había otros dos candidatos pero que sus agremiados lo pedían a él: "que mejor me registrara yo, que porque los tres que han tenido que no han sido Parra los han traicionado. Tuvimos que sacar a Tomás, los trabajadores querían que yo fuera".

Fue dirigente de 1990 a 1993. Hoy se autodenomina líder moral y asesor vitalicio de la sección sindical. En sus palabras, el apellido Parra: "es garantía de que no van a transaccionar nada fuera de la ley, nada chueco, yo no estaba de acuerdo en que fuera otro Parra (Tomás) porque suena a agandalle, pero la gente fue la que nos empezó a decir y tuvimos que sacar a Tomás, los trabajadores querían que yo fuera".

Francisco Santos, titular del Organismo de Agua Potable, acusó que fue golpeado y amenazado por sindicalistas encabezados por el dirigente Tomás Palomares Parra y su hermano, Érick. "(Tomás) me amenazó de muerte, me dijo que le diera gracias a Dios que no me había matado", relató.