Lincoln Nautilus: navegante de lujo

Lincoln ha hecho mucho para renovarse y eso se nota en su nueva SUV Nautilus.

Las nuevas líneas de diseño de Lincoln la ponen en un lugar privilegiado, pues ya no está la parrilla dividida y en su lugar tiene el nuevo frente utilizado por la marca. Aunque no es un diseño demasiado exótico, sus líneas se imponen con clase y sin un esfuerzo desmedido por querer llamar la atención.

Nosotros pudimos manejar la versión con el motor V6. Es un motor pequeño para ser seis cilindros, sólo 2.7 litros de desplazamiento, pero con el turbo tiene suficiente torque para compensar su baja cilindrada y dar incluso un poco más.

La potencia total son 335 caballos y el torque 380 libras pie. Para ponerlos al piso está una transmisión automática de 8 velocidades y un sistema de tracción en las cuatro ruedas, así que es difícil hacerla patinar.

La suspensión es uno de los puntos controversiales de la Nautilus. Es demasiado suave para un manejo entusiasta, pero siendo realistas no todos quieren una conducción de ese tipo en un Lincoln.

Con la mente puesta en un manejo confortable y sin exigirle curvas o transiciones de forma dramática, puede ser cómoda, pero, si se quiere mantener un paso emocionante, la suspensión queda a deber. También es fácil llegar al tope de su recorrido, sobre todo en expansión, como al pasar un bordo a una velocidad ligeramente más rápido de lo convencional.

Nautilus es rápida y acelera sin mucho drama. El panel de instrumentos, que en realidad es una pantalla de  LCD, transmite el paso apresurado del tacómetro y el aumento de velocidad mientras que la cabina se mantiene en relativa paz.

Y esto es algo interesante, Lincoln ha logrado un muy buen nivel de insonorización en el interior.

En parte, gracias a materiales aislantes como los cristales laminados en las cuatro plazas y en parte utilizando trucos electrónicos como la cancelación de sonidos activa en el sistema de audio. Y qué sistema de audio. Además de cancelar ruidos, puede ser escandaloso cuando uno lo quiere. Y de qué forma.

Lincoln utiliza un sistema Revel, con un total de 19 bocinas. La publicidad de Lincoln promete la calidad de una sala de conciertos y cumple con creces.

Por su amplio equipamiento, su potente motor y su suave suspensión éste es un Lincoln a la vieja usanza. Es una fórmula que no funcionará para los que quieren que su crossover familiar sea también su coupé deportivo. Pero, para quienes buscan un crossover atractivo estéticamente, de aceleración sin esfuerzo, cómodo y equipado hasta los dientes, la Lincoln Nautilus se convierte en una buena alternativa.