Lincoln Futura: ¡Santas leyendas, Batman!
Lincoln Futura: ¡Santas leyendas, Batman!
En la historia del cine ha habido tantos batimóviles como Batmans. Sin embargo, uno de ellos destaca: el auténtico Lincoln Futura de 1966 usado en la serie de televisión.
En la historia del cine ha habido tantos batimóviles como Batmans. Sin embargo, uno de ellos destaca: el auténtico Lincoln Futura de 1966 usado en la serie de televisión.

En la historia del cine ha habido tantos batimóviles como Batmans. Sin embargo, uno de ellos destaca: el auténtico Lincoln Futura de 1966 usado en la serie de televisión.
En 1955, más de 10 años antes de que el programa saliera al aire, Lincoln presentó el Futura. Se trató de un auto diseñado por William M. Schmidt y los detalles más emblemáticos ya estaban ahí: al ser un vehículo de los cincuentas, se inspiró en los jets de la época. Así, podemos ver las grandes aletas en la parte trasera e incluso una doble burbuja al más puro estilo de los aviones caza.
El Futura nunca fue pensado con un auto de producción, de hecho se hizo sobre un Lincoln con motor V8 de 368 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Fue vendido a George Barris, un diseñador y constructor de autos para Hollywood, por 1 dólar.
Durante varios años el auto estuvo olvidado en el garage del diseñador hasta que se le encomendó la construcción de un auto que luciera rápido y digno de Batman. Fue entonces cuando Barris supo que tenía el ejemplar perfecto.
Las aletas en la parte trasera y los faros cobijados por los guardafangos al frente resultaron ideales para el hombre Murciélago. Con el modelo creado por Barris, los estudios sólo tuvieron que agregar algunos detalles y accesorios.
Viendo el éxito del coche y de la serie de televisión, Barris solicitó una patente de diseño en Estados Unidos el mismo año del lanzamiento. Cuando la patente caducó, algunos fabricantes de réplicas como Gotham Garage comenzaron a fabricar su interpretación del coche con precios por los 90 mil dólares.
Después de una batalla legal, un juez en Estados Unidos prohibió la venta de réplicas bajo el argumento que el Batimóvil no es un auto, sino un personaje y por lo tanto mantiene al día de hoy la protección como derechos de autor.
El Batimóvil original estuvo en manos de la familia de George Barris hasta el 2013, cuando se ofertó en la casa de subastas Barrett-Jackson. El precio por el que cambió de manos fue de aproximadamente 4.6 millones de dólares incluyendo la comisión del organizador. Hoy, se estima su precio está por arriba de los 5 millones de dólares.