El costo de morir

Según datos del Inegi, a nivel nacional hay casi 5 mil funerarias, de las cuales 60 por ciento opera en la informalidad.

Antes de que elijas el servicio de una, checa lo que podrías requerir al momento de fallecer un amigo o familiar:

• Ataúd o urna para las cenizas.
• Preparación del cuerpo. Maquillaje, embalsamado y vestimenta
• Sala de velación
• Traslados del cuerpo
• Adornos florales
• Acompañamiento musical
• Servicio de cafetería o alimentos para asistentes al velorio
• Servicio religioso
• Trámites legales. Certificado médico y Acta de defunción
• Inhumación o cremación del cuerpo

Además de los aspectos anteriores, los servicios de una funeraria incluyen el traslado desde donde la persona fallece a donde será velado, y de ahí al panteón, en caso de inhumación. Si el cuerpo es cremado, las cenizas se entregan unas tres horas después de la velación.

También se encargan del arreglo estético y embalsamamiento del cuerpo, así como de los trámites para obtener el permiso de cremación o inhumación. Algunas funerarias cuentan con una red de médicos que facilitan el Certificado Médico de Defunción, indispensable para tramitar el Acta de Defunción.

Cuídate de las funerarias "patito", que enganchan a sus clientes afuera de hospitales con servicios muy económicos, pero sin lo necesario. Para reconocerlas, pídeles que te muestren su Contrato de Adhesión ante Profeco, sin el cual no pueden operar.

Dentro de los servicios funerarios existen tres rangos de precios aproximados:

• Funerarias subsidiadas del ISSSTE y del IMSS que cobran entre 7 mil y 11 mil pesos
• Funerarias "de colonia", empresas medianas con precios entre 9 mil y 18 mil pesos
• Funerarias con más de una sucursal, con servicios desde 18 mil hasta 200 mil pesos

En funerarias como J. García López y Gayosso, las variables que determinan el costo de un servicio funerario son el ataúd, con precios entre 10 mil y 200 mil pesos según su material, y el tamaño de la capilla para la velación, que puede albergar desde 20 hasta 250 personas.

Si eliges la cremación, no es necesario comprar un ataúd, pues la funeraria te presta uno que cumple con las normas sanitarias para ser reutilizado, cobrándote sólo el derecho de uso y el costo de la urna, que va de los 4 mil hasta los 25 mil pesos.

Las opciones ecológicas, urnas hechas de sal que de degradan al contacto con el agua o las que contienen composta y semilla para convertir las cenizas en una planta, cuestan entre 5 mil y 10 mil pesos.

Comprar un plan funerario a futuro tiene grandes ahorros, pues evitas incrementos de hasta 12 por ciento anualmente contra los precios de necesidad inmediata, ya que su costo es fijo a lo largo del tiempo. Además, se puede pagar a plazos, no tiene caducidad, incluye todo lo necesario para el servicio funerario y es 100 por ciento transferible a cualquier persona, pues no tiene una titularidad expresa. Por esta temporada, su precio oscila entre los 18 mil 500 y los 117 mil pesos.

Muchas aseguradoras ofrecen un seguro de vida con una cobertura adicional para los gastos funerarios, sin embargo, en cuanto dejas de pagar, la cobertura termina y está sólo beneficia al titular.

Antes de contratar los servicios de una funeraria, ya sea como previsión o al momento del fallecimiento, checa estos tips para escoger la mejor alternativa y sobrellevar algunos gastos:

• Revisa las opiniones de otros clientes en las redes sociales de la funeraria
• El paquete funerario a futuro no debe incluir cuota de actualización, pues su precio es fijo
• Checa que los traslados cubran área metropolitana o nacional, según lo necesites
• Confirma que la funeraria realice los trámites ante la Secretaría de Salud, la Dirección General Jurídica y de Estudios Legislativos, quien autoriza la cremación, y la gestión del Acta de Defunción ante el Registro Civil, único documento oficial para poder llevar a cabo cualquier tipo de trámite posterior
• Para evitar gastar en una sala especial, realiza la velación en tu hogar
• Para alimentar a los asistentes al velorio, puedes cocinar tú la comida o pedir que sea "de traje"
• La cremación es más económica y práctica que la inhumación, pues no tendrás que pagar la apertura y cierre de la fosa, el mantenimiento de la tumba y el lugar en el panteón. Además de que, con la alta demanda, ese espacio se ha vuelto temporal en muchos sepulcros, por lo que los restos del difunto serían exhumados en algún momento

Fuentes: Óscar Padilla, director general de J. García López, y Óscar Chávez, director de planeación y nuevos negocios de Grupo Gayosso
Realización: Anna Legorreta
Edición: @reformanegocios