Allanté: el Cadillac con sangre italiana
Allanté: el Cadillac con sangre italiana

A principios de los 80, Cadillac estaba en una situación complicada. Los coches que habían marcado al mundo eran ya historia y la marca tenía que reinventarse. Buscando una proyección a nivel mundial y, ante la fuerte ofensiva de las marcas alemanas, la compañía volteó a Europa para una solución. La encontró en la firma de diseño italiana Pininfarina.
La historia de Pininfarina era ya bien conocida para entonces, incluso había trabajado anteriormente en otros proyectos de Cadillac y General Motors. Pero esta vez tenía la misión de crear un nuevo auto, un deportivo con líneas modernas y elegantes. Se le llamó Allanté.
Las ideas más modernas de los 80 están plasmadas en este coche. Las líneas exteriores eran principalmente rectas y los ángulos perfectamente definidos.
En el interior lo mismo: botones cuadrados para los controles en la parte central del tablero, muy al estilo aeronáutico, y pequeñas pantallas de cristal líquido ofrecían bastante más información de lo que se esperaba en aquella época.
El panel de instrumentos era también completamente digital, aunque después apareció una opción análoga.
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Las carrocerías del Allanté eran fabricadas por Pininfarina en Italia y enviadas por avión a Estados Unidos para que Cadillac pusiera todos los componentes mecánicos.
Un Boeing 747 especialmente equipado transportaba 56 unidades en cada uno de los vuelos que recorrían los 7 mil 400 kilómetros que separaban el Aeropuerto Internacion de Turín del Aeropuerto de Detroit.
El proceso no resultaba para nada económico y seguramente eso explica que el Allanté costara 50 mil dólares en 1987, esos son alrededor de ¡107 mil dólares actuales! Y todo por un auto de dos plazas.
Mecánicamente, los primeros coches dejaban mucho qué desear.
Un motor de 4.1 litros V8 movían las ruedas delanteras con sólo 170 caballos de fuerza. Después, para 1989, se cambió por un 4.5 litros con 200 caballos, que hacía un mucho mejor trabajo. Pero el motor más avanzado llegó en 1993 con el Northstar. Un motor de 32 válvulas y casi 300 caballos de fuerza.
Aunque no es un vehículo que haya alcanzado el estatus de clásico, el Allanté es muy querido por los entusiastas.
Por principio de cuentas es un coche diseñado y fabricado por Pininfarina, lo que garantiza su lugar como un coleccionable italiano. Pero, además, es un Cadillac, con una motorización típicamente americana; así que se tiene lo mejor de dos mundos en un coche muy agradable al ojo.