10 tragedias que oscurecieron el maravilloso mundo de Disney

Hace pocos días, un bebé de 2 años fue atacado por un caimán en el lago artificial en el hotel Grand Floridian de Disney. Expertos suponen que el caimán confundió al niño con una presa ya que era el horario en que habitualmente le daban de comer.

Javier Cruz trabajaba como Pluto cuando tropezó durante un desfile y la carroza de La Bella y La Bestia lo atropelló. Murió por los golpes.

Durante 2009, tres empleados de Disney perdieron la vida en la atracción de Indiana Jones. Uno de ellos, un acróbata que cayó en pleno acto y sufrió heridas que lo llevaron a la muerte.

El juego se encendió accidentalmente mientras una persona de limpieza estaba trabajando en él. Cayó al agua y quedó atrapada en el sistema del juego. Murió poco tiempo después.

En el 2000, un niño de 4 años cayó de uno de los taxis en el paseo “Roger Rabbit”. La asistencia médica fue muy lenta y sufrió un daño cerebral que terminó matándolo algunos años más tarde.

Marcelo Torres de 22 años iba en el primer vagón de la atracción “Big Thunder Railroad”. Un desperfecto técnico hizo que el tren descarrilara y aplastara a Marcelo, que murió fruto de severas hemorragias internas. Disney reconoció su culpabilidad.

Dos hermanos de Brooklyn quedaron varados luego de perder la última balsa que conecta la isla de Tom Sawyer con el parque. Para no meterse en problemas, decidieron cruzar los ríos artificiales a nado. El hermano mayor, de 18 años, nunca llegó a la orilla. 8 horas después encontraron su cuerpo entre las rocas.

Un niño perdió el conocimiento dentro de la atracción “Rock n Roll Coaster”. Su padre trató de reanimarlo hasta que llegaron los paramédicos, pero murió camino al hospital. Luego se descubrió que tenía un defecto en el corazón.

En 2009, Mark Priest interpretaba a un pirata en el espectáculo infantil Captain Jack Sparrow’s Pirate Tutorial. Durante el show, resbaló en un charco de agua y se golpeó la cabeza contra una pared del decorado. Sufrió gravísimas lesiones en su cabeza y murió 4 días después.

Una de las muertes más atroces de Disney. 9 días después de la apertura de America Sings, la cantante Deborah de 18 años fue aplastada por las paredes metálicas de la escenografía, en pleno espectáculo y en frente de todos los niños.