Los 10 sicarios más letales de todos los tiempos
Los 10 sicarios más letales de todos los tiempos
Si la mafia pone un contrato en tu cabeza, estos son los últimos hombres que quisieras ver tras de ti, y seguramente lo sean. Desde Giovanni Brusca hasta Joseph Barboza, aquí podrás ver cuáles fueron los sicarios más prolíficos de todos los tiempos.
Si la mafia pone un contrato en tu cabeza, estos son los últimos hombres que quisieras ver tras de ti, y seguramente lo sean. Desde Giovanni Brusca hasta Joseph Barboza, aquí podrás ver cuáles fueron los sicarios más prolíficos de todos los tiempos.

Charles Harrelson
Ex apostador profesional y padre del actor Woody Harrelson, Charles Harrelson hizo la transición a asesinatos por contrato a finales de la década de 1960. Absuelto de un asesinato en 1970 y declarado culpable de otro en 1973, Harrelson fue liberado de la prisión a los cinco años de una condena de quince años, debido a su buen comportamiento. Su carrera como asesino alcanzó su apogeo con el asesinato de John H. Wood Jr., un juez federal de distrito, a quien mató a tiros fuera de su casa en 1979. Murió por insuficiencia cardiaca en 2007.
Giuseppe Greco
Uno de los asesinos a sueldo mejor cotizado en la mafia siciliana, Giuseppe Greco hizo su carrera como miembro de un escuadrón de la muerte durante la Segunda Guerra de las mafias entre 1981 y 1983. Aunque su número estimado de víctimas oscila entre sesenta y trescientas, Greco fue condenado oficialmente de cincuenta y ocho asesinatos, muchos de los cuales fueron cometidos con un AK-47. También se dice que Greco usaba formas imaginativas de deshacerse de los cuerpos, como disolverlos en cubas con ácido y alimentarlos a los cerdos. Murió víctima de la violencia, asesinado por sus antiguos socios en 1985.
Roy DeMeo
Un gánster rudo y el líder de la pandilla DeMeo durante la década de 1970 y principios de los 80, Roy DeMeo fue un asesino por excelencia para la familia criminal Gambino. Era famoso por el "Método Gemini" de asesinato, que consistía en atraer a las víctimas a un bar de Brooklyn, dispararles en la cabeza con una pistola silenciada y luego apuñalarlas en el corazón, antes de tirar las partes del cuerpo en un vertedero cercano. Este sádico matón finalmente fue descubierto muerto en la cajuela de su auto en 1982, después de haber sido disparado varias veces en la cabeza por mafiosos rivales.
Thomas Pitera
Un sicario de los Bonanno activo durante la década de 1980, Thomas "Tommy Karate" Pitera fue un asesino despiadado infame por sus habilidades en artes marciales y su inclinación por llevarse los trofeos de sus víctimas. Sospechoso de casi sesenta asesinatos, Pitera fue un asesino metódico que estudió como diseccionar y utilizó un kit de herramientas especial para desmembrar los cuerpos de sus víctimas. Un claro psicópata que mostraba comportamientos más típicos de un asesino en serie que de un mafioso, "Tommy Karate" finalmente fue declarado culpable de seis asesinatos y varios cargos por drogas que lo llevaron a ser sentenciado a cadena perpetua en 1992.
Joseph Barboza
Tan vicioso que se rumoreaba que le había arrancado para de la mejilla de un mordisco a alguien, su bien ganado sobrenombre "The Animal". Barboza fue responsable de veintiséis presuntos asesinatos en el transcurso de su carrera criminal. Un ex boxeador profesional, "The Animal" más tarde se convirtió en un informante del FBI y, como resultado, fue una de las primeras personas en ingresar al programa de Protección de Testigos. Del mismo modo que muchos de sus contemporáneos, su final no fue nada bonito, en 1976 le dispararon cuatro veces con una escopeta mientras caminaba hacia su automóvil.
Frank Abbandando
Frank Abbandando es el del centro, sin sombrero.
Un miembro de la famosa pandilla de asesinos llamada Murder Incorporated, Frank "The Dasher" Abbandando es acreditado con al menos treinta asesinatos. Infame por usar picos de hielo en muchos de sus asesinatos, también solía trabajar con cuchillos para carne. Trabajó junto a Abe "Kid Twist" Reles para eliminar a las pandillas rivales en la década de 1930 en Manhattan. No solo era un prolifico asesino sino un violador en serie. Infortunadamente para él la ley finalmente lo atrapó y le dio la pena de muerte a través de la silla eléctrica en 1942, ¡chispas!
Giovanni Brusca
Trabajo para mafia italiana actual, Brusca fue un sádico asesino que afirmó haber matado a doscientas personas durante su sangrienta carrera. Además de asesinar al fiscal italiano Giovanni Falcone en 1992, Brusca es especialmente conocido por secuestrar, torturar y asesinar a un niño de once años. También ayudó a orquestar una serie de ataques terroristas contra el gobierno italiano, en respuesta a la represión contra el crimen organizado. Apodado "El Cerdo" debido a su aspecto corpulento y desaliñado, Brusca finalmente fue capturado por la policía en 1996 y posteriormente fue sentenciado a cadena perpetua.
Alexander Solonik
Un asesino de sangre fría para la mafia rusa, Alexander Solonik se ganó el apodo de "Superkiller" por asesinar a numerosos mafiosos rivales de alto rango con habilidad y eficiencia. Fue un miembro del ejército soviético expulsado por sus brutales métodos de interrogatorio, el dominio de Solonik en artes marciales y armas lo convirtió en una máquina de matar casi perfecta. Era bien conocido por pelear con muchos otros presos mientras estaba encarcelado y por ser un habilidoso escapista. Después de su última escapada, Solonik huyó a Grecia para establecer su propio anillo de asesinato antes de suicidarse en 1997.
Abe Reles
Al igual que su compañero Frank Abbandando, este letal asesino de la década de 1930 usaba con frecuencia picos de hielo para llevar a cabo su espeluznante trabajo. Reles fue descrito como un verdadero psicópata que mataría a personas inocentes por las más triviales razones. Para escapar de la pena de muerte, tuvo que aceptar convertirse en informante. Murió en 1941 al caer por la ventana de un hotel, ganándose un jocoso apodo, "El canario que podía cantar, pero no podía volar".
Richard Kuklinski
Pocos asesinos a sueldo inspiraron el mismo tipo de miedo que "The Iceman". Físicamente imponente, la carrera de Richard Kuklinski abarcó décadas, tiempo durante el cual ideó innumerables formas de matar a sus cientos de víctimas. El apodo de Kuklinski deriva de su hábito de congelar cadáveres para ocultar su tiempo de muerte. Hizo uso de pistolas, cuchillos, cianuro, llantas y sus propias manos para despachar a sus objetivos de manera feroz mientras trabajaba para las llamadas Cinco Familias de Nueva York. Aún más notable es el hecho de que pudo ocultar su verdadera ocupación a su familia durante años. Kuklinski murió en 2006 de una rara enfermedad.