Visitamos Tao

Llegamos el sábado alrededor de las 9 de la noche. El local reventaba de gente. Una de las señoritas que atendía nos vio llegar y nos ubicó en una mesa libre.
En seguida, se acercó uno de los mozos con la carta.

Este restaurante se especializa en comida fusión oriental. Por lo que fuimos decididos a probar un plato fusión de cada uno de los países que representan: Japón, Tailandia y China.

Nos habían contado que los makis de ahí eran buenísimos. "Veremos si es verdad tanta belleza". Ordenamos unos makis tricolor para picar: 3 tipos de makis en una sola tabla. Uno a base de ají amarillo, otro de rocoto y el infaltable acevichado.

¡Nos encantaron! Nuestro favorito fue el de ají amarillo, aunque realmente los 3 son increíbles. Después de probarlos me quedé pensando si alguna vez he comido makis más ricos que estos en Piura; y creo que hasta el momento no. ¡Mis respetos!

Era la primera vez en mi vida que comía un plato fusión tailandés. Tenía miedo de que fuera un poco extraño, felizmente no fue así. Me trajeron un filete enorme de cojinova a la plancha, bañado en una salsa de leche de coco y curry, con langostinos. ¡Magnífico! Acompañado, en otro plato, de un arroz en tono medio verdoso y con un aroma muy bueno: arroz a la hierbaluisa.

Pero el plato estrella de la noche fue el tacu chaufa con atún saltado nikkei. ¿Qué puedo decir? El atún más delicioso que he comido en mi vida: suave, sabroso, en trozos grandes y ahumados.
En el arroz se sentía bastante la presencia del kion, fue un tacu tacu bastante oriental. Asimismo, el tacu tacu tenía pedazos pequeños de tocino que le daban un buen aroma, como a parrilla. ¡Recomendamos totalmente este plato!

El local tiene una decoración, evidentemente, oriental. Y no, no nos referimos al típico local de chifa. Es un restaurante con un ambiente sobrio y elegante, pero fiestero y que se presta para tomarse unos tragos entre amigos.

Durante nuestra visita, estaban proyectando la pelea de box entre Mayweather y Mcgregor, en más de un televisor. Fue interesante ver como grupos de amigos, parejas, y familias se reunieron ahí para tomar unos tragos mientras la veían.

La atención es uno de los puntos fuertes de Tao. Cuando recién llegamos creí que se demorarían un milenio atendiéndonos (a juzgar por la cantidad de gente que había en el local), pero no fue así. Tienen la cantidad suficiente de personal para atender a todo el público de una manera adecuada: sin demora y con buen trato.
Mi impresión es que Tao está preparado para todo.

No encontré un solo 'pero' que ponerle a este restaurante. Han cuidado todos los detalles en el servicio que ofrecen. Los felicito y los invito a seguir por el mismo camino. Claramente, volveré.