Peligro en el zoológico

En el caso más reciente, un gorila tuvo que ser sacrificado el 28 de mayo de 2016 en el zoológico de Cincinnati para rescatar a un niño de 4 años que se metió al foso de los primates.

El gorila macho, llamado Harambe, fue baleado por un equipo especializado de respuesta del zoológico que temía por la seguridad del niño. Imágenes de video tomadas por los visitantes muestran que el gorila parecía en ocasiones protector con el pequeño, pero también lo arrastró por el foso poco profundo.

El menor fue rescatado y hospitalizado.

Dos leones de un zoológico de Chile tuvieron que ser sacrificados para salvar la vida de una persona que se metió en la jaula, desnuda, con el fin de suicidarse.

El 21 de mayo del 2016, el joven de 20 años forzó la jaula para entrar donde estaban los animales, con un cartel en el que anunciaba que se quería suicidar.

El chileno fue hospitalizado con heridas graves, debido a que los animales sí llegaron a atacarlo.

En un video difundido en junio del 2015, una adolescente entra al foso de un cocodrilo en el zoológico de La Pastora, en Guadalupe, Nuevo León.

La joven se acerca al reptil, que permanece inmóvil, para luego mover el hocico hacia ella, provocando un grito de susto y la rápida huida del lugar.

En un video publicado en el 2015 se muestra cuando un enfermo mental ingresó al foso de los leones en el zoológico de Taipei para encararlos, siendo atacado en el brazo y una pierna. Gracias a dardos tranquilizadores y a chorros de agua el hombre fue rescatado.

Un tigre blanco mató a un estudiante que se metió a su jaula en el zoológico de Nueva Delhi el 23 de septiembre del 2014.

Se desconoce si el menor se cayó por accidente.

"Vimos que el tigre agarró por el cuello a un niño que se retorcía de dolor", contó un testigo a la cadena CNN-IBN.

En diciembre del 2014, un hombre ingresa al foso de los leones en el zoológico de Barcelona y es atacado, pero milagrosamente es rescatado con vida, aunque con heridas y arañazos.

En diciembre del 2011, un hombre entra al foso de los leones en el zoológico de Madrid de forma voluntaria para provocar a los felinos. Sin embargo, logró ser rescatado antes de que fuera atacado.

El 11 de abril del 2009, una mujer saltó por motivos desconocidos al foso del zoológico de Berlín donde habitan tres osos polares, tras lo cual debió ser rescatada por los vigilantes.

Después del episodio, la alemana de 32 años fue llevada al hospital, donde fue operada por heridas profundas en brazos y piernas, causadas por los animales.

En 2008, un hombre entró a la fosa de leones y dijo "Si Dios existe, me salvará", pero fue devorado por los felinos, en un zoológico de Ucrania.

Un cocodrilo enfermo de un zoológico de Taiwán arrancó parte del brazo a un veterinario que intentaba tranquilizar al reptil para revisarlo, el 11 de abril del 2007.

Tras el incidente, Chang Po-yu, veterinario municipal de la localidad de Kaohsiung, fue sometido a una complicada operación para poder reimplantarle el antebrazo.

En 1996, justo 20 años antes del incidente en Cincinnati, una gorila salvó y protegió a un niño de 3 años que cayó en su foso, en el zoológico Brookfield, en Chicago.

La gorila hembra llamada Binti Jua recogió al menor que estaba inconsciente y lo cargó para resguardarlo de otros gorilas, en una muestra del instinto maternal, hasta que los cuidadores del zoológico llegaron para rescatarlo.

En 1995, una turista australiana fue mordida por un oso polar conocido como Binky al brincar una barda perimetral para acercarse a su jaula para tomar una foto, en Anchorage, Alaska.

Varias personas golpean al oso en busca de que liberara a la mujer, lo cual finalmente sucede. La turista sufrió fractura de fémur y ligamentos, pero vivió para contarlo.