Alimentan cuerpo y alma
Alimentan cuerpo y alma
Además de brindar dos comidas al día, en el Centro Educativo San Leonardo Murialdo también reciben apoyo espiritual y enseñanza de valores
Además de brindar dos comidas al día, en el Centro Educativo San Leonardo Murialdo también reciben apoyo espiritual y enseñanza de valores
Por: Yamileth Hernández
Para servir al prójimo, al más necesitado y vulnerable, hace 13 años nació en Hermosillo el Centro Educativo San Leonardo Murialdo y desde entonces sirve como apoyo familiar y desayunador, haciendo una buena obra para los niños y jóvenes.
Los fundadores son sacerdotes italianos religiosos, a los cuales, al llegar a Hermosillo, se les asignó la parroquia Santa Isabel de Hungría y fue cuando estaban establecidos que buscaron un lugar para poder comenzar con su misión.
Al llegar a lo que entonces era el asentamiento Las Ladrilleras, donde solamente existían pocas casas de cartón, pusieron un tejabán pequeño donde comenzaron a dar desayuno y desde entonces han crecido y siguen ayudando al que más lo necesita.
Más que una institución, el centro se ha convertido en una herramienta básica para los alumnos porque los apoyan con las tareas escolares, tienen actividades como guitarra y clase de computación, pero el objetivo principal es la enseñanza de valores.
Los niños que acuden al centro comunitario reciben apoyo en las tareas y se les dan clases de valores. Foto: Anahí Velásquez
Evangelina Ramírez Navarro, maestra colaboradora, manifestó su alegría por pertenecer al centro, pues los pequeños le dejan muchas enseñanzas y ella aporta sus conocimientos para que cada niño vaya a sus casas a aplicar lo aprendido.
“Esto les sirve porque no están en la calle, no están viendo la televisión y no están con el celular en la mano, al contrario, están aprendiendo y ellos realmente hacen un sacrificio porque están todo el día ocupados.
“Yo en lo particular me siento muy satisfecha con esta labor, la prueba está que aquí estoy”, manifestó.
Una de las clases favoritas de los niños es la de guitarra. Foto: Anahí Velásquez
El comedor
Conforme pasan los años el comedor ha crecido, pues de brindar solamente desayuno, hoy también sirven la comida.
Todo funciona a base de donaciones, y son las personas “bienhechoras” las que se encargan de aportar carnes, pollo, verdura, granos, bebida, huevos, carnes frías, artículos de limpieza, entre otros artículos.
Algo divertido para los niños y jóvenes es cuando entran al comedor, pues primero se lavan las manos, hacen una fila para entrar ordenadamente y al estar en su asiento comienzan a cantar y a darle gracias a Dios por un día más de vida y tener comida en su plato.
Foto: Anahí Velásquez
Las clases que se imparten
El día para los niños y jóvenes comienza con una oración y después empiezan sus clases de Matemáticas y Español, pero lo que más disfrutan son las clases de guitarra y computación.
Juan Manuel Córdova Carranza tiene 8 años en el centro educativo y para él ha sido una enseñanza estar ahí.
“Me gusta asistir porque llevo varios años y me gusta convivir con amigos, la clase que más me gusta es la de guitarra; yo le recomiendo a otros jóvenes que vengan porque van a conocer más cosas y está muy divertido”, expresó.
Sergio Daniel Buenrostro tiene apenas una semana en el Centro y para él es una oportunidad para salir adelante, y de seguir aprendiendo y reforzar lo que ve en la escuela.
“Está muy divertido, aquí me enseñan a respetar a mis mayores y la clase que más me gusta es la de guitarra”, manifestó.
Un gran sabor de boca es lo que le dejan a cada maestro estos niños y jóvenes que tienen sed de salir adelante y ganas de ser alguien en la vida.
"Yo en lo particular me siento muy satisfecha con esta labor, la prueba está que aquí estoy”
Evangelina Ramírez Navarro
Maestra colaboradora
El centro de cómputo
En el centro hay siete computadoras armadas, algunas funcionan correctamente, otras son muy lentas pero todas son un apoyo para los niños que quieren aprender, y aunque falta poner un poco más de recurso en esa área, se imparte la clase con lo que tengan.
El maestro José Humberto Robles Torres imparte la clase de computación y para él lo más importante son los niños.
“El saber que estás haciendo algo por alguien es un premio enorme, una satisfacción plena y a mí me importan ellos”, resaltó.
El centro está abierto a la sociedad y actualmente reciben a más niños, a voluntarios y esperan realizar próximamente convenios de colaboración con instituciones educativas para que alumnos vayan a hacer sus prácticas o servicio social, y así apoyar a los niños y jóvenes del centro.
Foto: Anahí Velásquez
¡Manos a la obra!
Como una acción social de sumarse a los que ayudan, EL IMPARCIAL publicará, cada sábado, el trabajo de organizaciones de la sociedad civil a favor de la comunidad o grupos vulnerables.
El objetivo es que quienes tengan la motivación de hacer algo por el prójimo, encuentren aquí una opción.
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¿Qué puede donar?
- Reciben donación de comida.
- Material didáctico.
- Artículos de limpieza.
- Material de construcción.
Datos
El Centro Educativo San Leonardo Murialdo se fundó hace 13 años y desde entonces apoya a niños con desayuno y comida, así como apoyo educativo y otras actividades.
El padre encargado del centro es Livio Chiriotti Barella, quien se encarga de brindar apoyo espiritual y enseñanza de la religión a niños y jóvenes.
Actualmente el centro apoya a más de 80 niños y jóvenes de diferentes niveles educativos.
El centro
Se ubica sobre la calle República de Panamá, entre avenida Joaquín Gabriel Durán y avenida Antonio Castro en la colonia Unión de Ladrilleros.