¿Cuál trapero de la nueva eres?

Inteligente no es la palabra que mejor te describe. Al igual que el enanito más feo del Caribe, piensas que un verdadero hombre no abandona el nido hasta que encuentre a una mujer que haga lo mismo que tu mamá, pues solo buscas una “Esclava”. No tienes talento, no tienes carisma, no tienes físico, pero tienes una cosa que le gusta a todo el mundo: decir con voz gruesa “¡Bryant Myeeeeeerrrrssss!”

Felicidades, eres el nuevo Tempo Piña Colada. Al igual que Anuel, tú también tuviste una educación en colegio privado y abandonaste los caminos del Señor para jugar a ser maleante. Con tu pollina alocada y tu fan club de veinte gatos, te has convertido en un ícono, mientras dure tu sentencia; una vez salgas a la libre comunidad, volverás a ser ese muchacho que solo decía disparates a la misma vez que intentaba cargar la lengua adormecida con pepas y trataba de no babearse.

Te tocó el peor de todos. Al igual que Almighty, eres una montaña rusa de emociones. Un minuto estás riéndote de todos tus enemigos imaginarios, y al otro estás llorando mientras huyes en chancletas porque hay fantasmas persiguiéndote. Lo mismo fronteas con tus prendas bañadas en oro que con tu pipa criada con arroz chino. No, nadie te envidia, nadie te odia; incluso, nos reímos mucho cada vez que tienes bajones hormonales.

Eres la nueva religión. Con tus perridientes y tu look de niño de los ochenta, has conquistado a un público que al parecer es sordo. A pesar de que al principio todos criticaron tu imagen, hoy todos lactan con tu estilo. Incluso, cuando te preguntan de dónde eres, dices con orgullo que saliste del pueblo más cafre de Puerto Rico: Vega Baja. Sigue imponiendo tu flow y usando esas tenis blancas que parecen de Humberto Vidal. ¡CHAMBEA, JALA!