Historias de la mitología griega: El origen de la Osa Mayor y la Osa Menor

Las constelaciones, a lo largo de los años, han dado origen a cientos de leyendas en función de las imágenes que la imaginación del ser humano ha creado… y la Osa Mayor como la Osa Menor no son una excepción. Hoy te contamos el trágico mito de Calisto y Artemisa, la historia más famosa tras estas constelaciones…

Diana Carolina Fernandes
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Elegir 1 mar 2019
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Cuenta la mitología que Zeus, dios del Olimpo, se enamoró perdidamente de Calisto, una doncella cazadora perteneciente al cortejo de Artemisa…
 
Artemisa era una de las deidades más veneradas y una de las más antiguas, es la diosa helena de la caza, los animales salvajes, los nacimientos… pero sobre todo, de la virginidad y las doncellas. Por esto, todas las doncellas que deseaban pertenecer a su séquito de cazadoras, debían tomar un voto de castidad. Y Calisto no fue la excepción.

Zeus estaba muy consciente del juramento de la doncella e ideó el más macabro plan para retozar con la joven…
 
Llegaba un día Calisto de cazar, con su arco y su lanza, y se tumbó exhausta sobre la cálida tierra. Zeus, observándola desde los arbustos, pensó que aquel era el momento ideal para tenderle su trampa y asumió que probablemente su esposa Hera no se enteraría de esa nueva infidelidad.

'Diana y Calisto' (1759), de François Boucher.-

Así, se disfrazó Zeus de Artemisa y se tumbó junto a ella… Conversaron durante largo tiempo hasta que el dios del trueno no pudo aguantar más y se abalanzó sobre ella. Cuando Calisto se dio cuenta de lo que sucedía ya era demasiado tarde, pues estaba inmovilizada por el dios, presa de su abrazo…
 
Poseyó Zeus a Calisto y luego se alejó de allí, dejándola tan afligida, tan rota, que al levantarse por poco… dejó olvidados su arco y sus flechas.

Caminando por el bosque, sintiéndose desdichada y destrozada, se topó con la verdadera Artemisa que regresaba con cazadoras de una favorable jornada de cacería.

La diosa divisó a Calisto y la llamó para que se les uniera y ella, temerosa de que descubriera su deshonra, la siguió dubitativa y rezagada, sin poder evitar el rubor en su rostro...
 
Su temor creció terriblemente cuando sus compañeras descubrieron un arroyo y decidieron darse un refrescante baño. No quería Calisto desnudarse, pues a su propia vergüenza por lo ocurrido se sumaba la seguridad de que Artemisa, la diosa virgen por excelencia, la repudiaría en cuanto descubriera que había ella perdido su virginidad.

'Diana y Calisto' (1635), de Pedro Pablo Rubens.-

Aunque Calisto argumentó que no le apetecía darse un baño, que prefería quedarse en la orilla, sus compañeras juguetonas se lanzaron a quitarle la ropa... descubriendo la terrible tragedia que acababa de ocurrirle a Calisto.
 
Diana, efectivamente ofendida, la arrojó de su lado para que no manchara la pureza de las aguas y la desterró de su grupo de doncellas.

Pero la diosa de la virginidad no fue la única que conoció lo que a Calisto le había ocurrido… Hera descubrió la nueva infidelidad de su esposo, y su cólera aumentó con creces cuando se percató de que Zeus había dejado embarazada a Calisto.
 
Pasados los meses, la furia de Hera no disminuyó, y en el momento en que Calisto dio a luz a su hijo Arcas, una Hera enfurecida la increpó con violencia por no haberse limitado a yacer con Zeus, sino por atreverse a tener un hijo de él. Así, la olímpica cogió a Calisto por su largo cabello y la transformó en una osa…

Durante años Calisto vagó por los bosques asustada, presa en un cuerpo que no era el suyo, temerosa de hombres y fieras por igual, y rogando -en vano- a Zeus su auxilio.
 
Pasados 15 años, estaba un día Arcas en el bosque, persiguiendo a las fieras y tendiéndoles trampas, cuando súbitamente se dio de bruces con su madre… Ella le reconoció, y él asustado trató de darse media vuelta y correr… pero había algo en los ojos de la osa que lo cautivaron.

Calisto intentó aproximarse un poco más, pero Arcas, temiendo un ataque, sacó su arco dispuesto a dispararle una flecha. Fue justo en aquel momento que Zeus apareció ante él; y le explicó lo sucedido y quién era en realidad esa osa.

Arcas comprendió y juró no hacerle daño a su madre; sin embargo, Zeus no se quedó tranquilo pues pensaba que aquella escena podría volver a repetirse con cualquier cazador. Así que, decidido, el dios de dioses tomó a Calisto por su cola y la lanzó al cielo, convirtiéndola en la constelación Osa Mayor, y realizó la misma acción con Arcas, convirtiéndolo en la Osa Menor, para que Calisto no volviera a estar sola nunca más…

Ambas constelaciones son visibles durante todo el año en el hemisferio norte; son uno de los elementos más característicos del firmamento de este hemisferio y han sido empleadas por navegantes como punto de referencia en sus travesías ya que elemento más conocido de la Osa Menor es la estrella polar.-

Algunas versiones de este mito sugieren que la figura que convirtió en osa a Calisto fue la misma Artemisa al enterarse de su deshonra; otras cuentan que fue Zeus que, para protegerla de la ira de Hera, la transformó en la famosa constelación.

Por Diana Carolina Fernandes | @dianacarolina_f | Culturizando

Con información de: Museo del Prado | Hermitage Museum | De Cuadro en Mito

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On Nov 18, 2021