¿Te consideras anti-seductor? Quizás perteneces a una de estas tipologías ¡averígualo!
¿Te consideras anti-seductor? Quizás perteneces a una de estas tipologías ¡averígualo!
Robert Greene, es un escritor y psicólogo estadounidense de origen judío, conocido por sus libros en materia de estrategia, poder y seducción. En uno de sus libros más conocidos llamado “El arte de la seducción”, trata de explicar por qué algunas personas tienen tantos problemas a la hora de coquetear o de acercarse a las otras, y esto lo explica a través de 8 tipologías anti seductoras:
Robert Greene, es un escritor y psicólogo estadounidense de origen judío, conocido por sus libros en materia de estrategia, poder y seducción. En uno de sus libros más conocidos llamado “El arte de la seducción”, trata de explicar por qué algunas personas tienen tantos problemas a la hora de coquetear o de acercarse a las otras, y esto lo explica a través de 8 tipologías anti seductoras:

El bruto
Normalmente son personas impacientes, que solo les preocupa su placer. Los brutos no tienen paciencia para cosas como la seducción, les interesa su placer, no el tuyo. Bajo ese egoísmo suele haber también un corrosivo complejo de inferioridad, así que si los desdeñas o los haces esperar, reaccionan en forma exagerada. Si sospechas que tratas con un bruto, aplica una prueba: haz esperar a esa persona. Su reacción te dirá todo lo que necesitas saber.
El sofocador
Los sofocadores se enamoran de cualquiera a la mínima oportunidad. Estos padecen un vacío interior, un profundo pozo de necesidades que no se puede llenar. Jamás te enredes con sofocadores; es casi imposible librarse de ellos sin un trauma. Se aferran a la pareja hasta que la obligan a retirarse, y luego los asfixian con hechos de culpa.
“Moralizer”
Son personas rígidas que no pueden vivir sin criticar ni juzgar al otro. La seducción es un juego, y debe practicarse con buen humor. En el amor y la seducción todo se vale; la moral no cabe nunca en este marco. Pero el carácter del moralizador es rígido, pretende que se cumplan las normas y quiere que la persona cambie a fin de controlar sus comportamientos.
Torpe
Son personas tan conscientes de sí mismas que no lo son de nadie más. Sólo piensan en sí mismos: les preocupa su aspecto, o las consecuencias para ellos de su tentativa de seducirte. Su inquietud suele ser contagiosa, termina por afectar a las parejas. Los torpes llegan rara vez a las últimas etapas de la seducción; pero si lo hacen, también echan a perder eso.
Reactivo
Este tipo de personas son demasiado sensibles a su ego. Examinan todas y cada una de las palabras y actos de las parejas buscando señales de desaires a su vanidad. Son propensos a quejarse y lloriquear, dos rasgos muy antiseductores. Son individuos incapaces de tolerar chistes de su persona ni reírse jamás de sí mismos.
Vulgar
Los vulgares no ponen atención a los detalles, son personas que no cuidan su aspecto personal e ignoran su forma de comportarse. Dicen todo en público, no les importa el que dirán los demás. Más que sólo evitarlos, los buenos seductores deben convertirse en su contrario: tacto, estilo y atención a los detalles son todos ellos requisitos básicos de un seductor.