El Tío Comedy te vuelve a contar #LaHistoriaBorracha Ep. 6

Por allá de 1527 un tal Juan de Zumárraga fue enviado a México a evangelizar a los indígenas. No quería, pero igual lo mandó Carlos V (el del chocolate).

Uno de esos indígenas era Juan Diego, era medio drogadicto y a todo dar. Un buen día, quizá en un viaje muy chingón, se le apareció la Víigen de Guadalupe. "Soy la madre de México y soy tan cabrona que quiero que me hagan un templo", Juan Diego corrió a contarle a Juan de Zumárraga.

El culero no le creyó y pidió pruebas de su visión. Después de varios intentos infructuosos La Virgen se encabronó y plasmó su imagen en el ayate de Juan Diego. Y sólo así le creyeron #TrueStory

En 1962 los presidentes de México y Estados Unidos traían un pedo con la propiedad de un predio llamado "El Chamizal", así que se organizó una visita de Estado de Kennedy a México.

Kennedy era EL CABRÓN de los gringos: galán, mamado, mujeriego y adorado por todos. Traía a una esposa que era todo un bombón: Jackie Kennedy. López Mateos, que también era un cabrón, le echó el ojo la primera dama de los EU.

Ya entrados en la peda, JFK le chuleó su reloj a López Mateos y éste se lo regaló. Luego, en más confianza, López Mateos chuleó a la esposa de Kennedy ¡y que se encabrona el vato!

Afortunadamente para el presidente mexicano, justo en ese momento estalló la crisis de los misiles rusos en Cuba y Kennedy tuvo que irse en chinga. Después lo asesinaron y el nuevo presidente, Lyndon Jhonson, era su compa, así que resolvieron el pedo de El Chamizal de volada.

Policarpa Salavarrieta, "La Pola", a temprana edad se quedó sin padres y se fue a vivir a Guaduas, Colombia con su hermana y cuñado. Ahí se impregnó de ideas revolucionarias.

Aprendió a coser y se conectó con las esposas de españoles poderosos, así les sacaba la sopa sobre operaciones militares y la comunicaba con la resistencia colombiana... era algo así como una James Bond.

En el movimiento conoció a uno de los líderes, Alejandro Sabaraín, y se enamoraron. El gusto les duró poco porque uno de sus colegas lo traicionó y entregó al ejército español. Pero La Pola, siendo una guerrera, lo ayudó a escapar de prisión.

Desafortunadamente dejaron evidencias que descubrían todos las operaciones de La Pola y la fusilaron. Hoy su imagen vive en el billete de 10 mil pesos colombianos... lo suficiente como para comprar una cerveza Pola.