¿Alguna vez te has reído con la palabra “murciégalo”?
¿Alguna vez te has reído con la palabra “murciégalo”?
Muchas veces hemos escuchado en una conversación trivial, casual e incluso formal, a algún participante decir “murciégalo” y su “error” se ha convertido en la comidilla del encuentro, hasta el punto del bullying, pero ¿podrías asegurar que está equivocado? Puede que la respuesta te sorprenda.
Muchas veces hemos escuchado en una conversación trivial, casual e incluso formal, a algún participante decir “murciégalo” y su “error” se ha convertido en la comidilla del encuentro, hasta el punto del bullying, pero ¿podrías asegurar que está equivocado? Puede que la respuesta te sorprenda.
Por muy raro, extraño, increíble e irrisorio que parezca, la palabra “murciégalo” existe, y no sólo eso, también es aceptada por la Real Academia Española (RAE) para referirse a los murciélagos. ¿Sorprendente no?
Aunque su aplicación ya está en desuso desde la aceptación de la palabra murciélago, e incluso se considera vulgar, el término es gramaticalmente correcto, y es quizás etimológicamente, la definición más exacta para identificar a estos mamíferos.
Curiosidades
No es la primera vez que la RAE sorprende a los usuarios, sobre todo a los eruditos, académicos y defensores de la lengua hispana, ya que a través de los años, muchas han sido las palabras que se han incorporado al diccionario, aún con la anuencia y las reservas de especialistas en gramática, ortografía, letras, literatura, entre otras áreas relacionadas con el idioma español.
Este debate sobre el uso y aceptación de ciertas palabras se inició cuando la RAE incluyó términos como "asín" (por así), "cederrón" (por CD-ROM), "güisqui" (por whisky), "bacón" (por panceta), "almóndiga" (por albóndiga), "vagamundo" (por vagabundo), "toballa" (por toalla) y "crocodilo" (por cocodrilo).
Veredicto de la Real Academia Española
“Murciégalo” es la forma primigenia y más cercana a la etimología. Figura ya en el primer diccionario académico (1734). Publicó la RAE a través de su cuenta en la red social Twitter @RAEinforma en el año 2015.
En un segundo tweet, expresó lo siguiente “Esta voz procede del latín «mus, muris» ('ratón') y «caecŭlus», diminutivo de «caecus» ('ciego')”, para tratar de explicar la razón de que esta palabra tenga valor y aceptación por parte del organismo.
Entérate
“Murciégalo”, usada comúnmente en el español antiguo, se convirtió en “murciélago” como parte de un fenómeno lingüístico denominado metátesis, que no es otra cosa sino el cambio de lugar de algún sonido en la palabra. En este caso particular, la metátesis puede apreciarse en las dos últimas sílabas.
Este fenómeno, ocurre de la misma forma con otras palabras del español, como por ejemplo en “perlado” por “prelado”, en “muradal” por “muladar”, “crocodilo” por “cocodrilo”, “cocreta” por “croqueta”, y pare usted de contar.
Muy a pesar de lo cómico, chistoso, peculiar y hasta desagradable o de mal gusto que pueda sonar la palabra “murciégalo”, debemos aceptar que es correcta, y que al final los equivocados siempre fuimos nosotros, sin embargo, es importante recordar que por recomendación de la misma Real Academia, lo pertinente es utilizar la palabra “murciélago”, ya que el término original pertenece y debe quedarse en el español antiguo, pues su aplicación es considerada, en esta época, arcaica.
¿Y tú, con cuál te quedas? ¿Conocías este dato?
Escrito por Carlos Román | @VeneTiger | Culturizando
Con información de: Diccionario de Dudas | Ecodiario | RAE