El ocaso de Dilma Rousseff: claves para entender lo que pasa

Esta es una de las paradojas del asunto y el dato crucial para comenzar a entender qué está pasando. Dilma no tiene investigaciones abiertas por corrupción y su nombre no se ha visto implicado en el caso Lava Jato (la investigación por corrupción en Petrobras) La razón por la que Dilma es llevada a juicio es por, supuestamente, haber maquillado las cuentas oficiales de 2014. "Dilma se equivocó cuando al ser reelegida en 2014 no tomó las medidas necesarias para enfrentar la difícil situación económica que atraviesa el país y Brasil se convirtió en una nave sin rumbo", han señalado algunos de sus aliados

La presidenta será apartada del cargo 180 días provisionalmente mientras se la juzga en ambas cámaras.

La mandataria suspendida dejó de lado el bajo perfil y comenzó a utilizar Twitter y Facebook, desde donde cuestiona las medidas del presidente interino, como estrategia para recuperar y recomponer su imagen. ¡Hasta montó una suerte de gabinete para responder dudas por Facebook! Quien está al mando ahora es el vicepresidente Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño. Pero tampoco es un santo... él también fue acusado del mismo delito que Rousseff y tendrían que abrirle un juicio político.

Son muy pocos, hoy en día, los que tienen confianza en que Dilma sacará al país de la crisis. Sin embargo, hubo una multitudinaria manifestación en contra del impeachment que hace pensar que el apoyo popular no es tan reducido como marcan las encuestas.

El secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, aseguró que la destitución de Dilma es de carácter político. Aliados de Dilma señalan el proceso como una venganza política y una muestra de que no dejarían que Lula da Silva, la otra ficha de este rompecabezas, volviera a la presidencia. "Es como si quisieran volver al pasado autoritario", se despachó ella en las redes sociales.