Este clásico del cine japonés del director Kenji Mizoguchi (pintor y diseñador de kimonos) y basado en la novela de Ogai Mori, es un relato lleno de sufrimiento (como lo anuncia la introducción), acerca de una madre y sus dos hijos, los cuales son separados a la fuerza para ser vendidos como esclavos al despiadado intendente Sansho en el Japón del siglo XI.
"El Intendente Sansho" es un trabajo de una gran delicadeza visual, cortesía del fotógrafo Kazuo Miyagawa, maestro de los planos con travelling ("Rashomon") y con una historia fluida y que cala en los huesos, cortesía del mismo Mizoguchi. Toda una obra maestra.
