El debut en el cine del maestro Quentin Tarantino es un ejercicio formal sobre la planeación de un robo que sale mal, pero del cual nunca vemos su ejecución.
Los delincuentes reciben unos nombres Código (basados en la cinta “The Talking of Pelham One Two Three” de Joseph Sargent. Estos nombres son: Mr. Pink (Steve Buscemi), Mr. Brown (Quentin Tarantino), Mr. White (Harvey Keitel), Mr. Orange (Tim Roth), Mr. Blonde (Michael Madsen) y Mr. Blue (Edward Bunker). Junto a ellos está Nice Guy Eddie (Chris Penn), el hijo de Joe, cerebro de la operación (interpretado por el veterano Lawrence Tierney).
Con una estructura fragmentada, la cinta de inicia con una divertida discusión sobre el verdadero significado de la canción “Like a Virgin” de Madonna y sobre si es una obligación dar propinas. Desde aquí pasamos a las desastrosas consecuencias del robo, las cuales incluyen sangre, traición, honor y una oreja mutilada al ritmo de “Stuck in the Middle with You” de Stealers Wheel.
Con influencias tan diversas como Stanley Kubrick, Sam Peckinpah o Akira Kurosawa, por nombrar las más obvias, el director Quentin Tarantino debuta con una energía descomunal, descargada en esta violenta historia llena de testosterona perteneciente al género "heist".
Aunque su historia es casi calcada de “City on Fire” de Ringo Lam, “Reservoir Dogs” se distingue gracias a unas fantásticas actuaciones, unos diálogos inmortales, un uso magistral de la banda sonora y un subtexto homoerótico sobre el honor entre ladrones. Todo un clásico de culto imperdible.
