"Justice League Vs. Teen Titans" es un crossover animado directo a video que une a dos populares equipos de superhéroes del universo de DC Comics: La Liga de la Justicia y los Jóvenes Titanes.
La historia comienza cuando Batman regaña a su hijo Robin (Damian Wayne) por desobedecer sus órdenes en medio de un enfrentamiento entre la Liga y la Legión del Mal. Es así que el antiguo Robin llamado ahora Nightwing (Dick Grayson) lleva a Damian al cuartel de los Jóvenes Titanes para que se integre a ellos y aprenda a trabajar en equipo. Allí, Damian se encuentra con los superhéroes juveniles Blue Beetle, Beast Boy y Raven, liderados por la ya veterana Starfire, antigua compañera de Nightwing.
Mientras que el irascible Damian intenta adaptarse, un demonio llamado Trigon, hace que sus secuaces se apoderen de Superman y luego de Wonder Woman, Flash y Cyborg. Los Titanes intentarán liberar a los miembros de la Liga y así mismo, descubrirán el secreto que liga al demonio Trigon con un integrante de su propio equipo.
Esta cinta animada llega a entretener a los expertos en el Universo DC, pero muchos espectadores novicios se confundirán y alienarán si su referente de los Teen Titans son las populares (y divertidas) series animadas de Cartoon Network. (Aquí Robin no es el líder y es un Robin diferente, Cyborg hace parte de Justice League y no de Titans, Starfire es mayor que los otros miembros de su equipo, Blue Beetle no pertenece a los Titans y el sentido del humor de los Teen Titans ha desaparecido). Pero la gran falla de "Justice League Vs. Teen Titans" está en el tono adulto y violento que se convierte en un tono cursi y de espíritu didáctico que hace de este producto uno de los más mediocres dentro de las cintas animadas de DC.
