"Batman: Bad Blood" es una película animada realizada para el mercado del video basada en los cómics de Batman (toda una tradición para los estudios Warner).
Dirigida por Jay Oliva, "Bad Blood" sirve como una especie de secuela para "Son of Batman" del 2014 y "Batman Vs. Robin" del 2015, constituyéndose así, una trilogía animada centrada en la relación establecida entre Bruce Wayne (Batman) y su hijo Damian Wayne (el nuevo Robin).
Aquí, el Hombre Murciélago se enfrenta a los villanos Electrocutioner, Tusk, Firefly y Killer Moth, liderados por un nuevo supervillano llamado The Heretic. La lucha culmina con la posible muerte de Batman, atestiguada por Batwoman, una nueva heroína que aparece en Ciudad Gótica.
Debido a la desaparición de Batman, Dick Grayson (ahora conocido como el superhéroe Nightwing) reemplaza a su antiguo mentor y se une a Alfred, Damian Wayne (el nuevo Robin) y a Katherine Kane (Batwoman), para descubrir los misterios detrás de la supuesta muerte del Caballero de la Noche.
Esta es una película dirigida a un público adolescente y adulto que no reprime sus escenas violentas, el diálogo soez y las referencias al lesbianismo de Batwoman. Esto es agradecido por los fanáticos de los cómics de superhéroes, que muchas veces deben soportar que los relatos se suavicen al ser adaptados al cine y a la televisión.
Sin embargo, la fusión de las historias publicadas en el cómic bajo los títulos "Batwoman", "Batman R.I.P.", "Batman & Robin" y "Batman, Inc." le quita los centros neurálgicos a las cuatro sagas, dejando como resultado una historia atiborrada, con muchos lugares comunes y con unos personajes poco desarrollados.
