Zenobia, la 'Cleopatra' de Palmira
Zenobia, la 'Cleopatra' de Palmira
Zenobia fue la última reina del Imperio de Palmira, su coraje y estilo hizo que muchos la relacionaran con la emperatriz de Egipto.
Zenobia fue la última reina del Imperio de Palmira, su coraje y estilo hizo que muchos la relacionaran con la emperatriz de Egipto.
Para quienes no saben, Palmira es una ciudad que se encuentra en Siria, en la antigüedad fue la capital del Imperio de Palmira, mientras reinó Zenobia en un corto período entre 268 y 272.
Zenobia gobernó Palmira y durante su poco tiempo, se hizo conocer entre los grandes imperios que la rodeaban como Roma y Persia. También, logró extender sus dominios desde Asia Menor hasta Egipto.
Palmira fue una provincia romana desde el siglo I d.C. pero sus orígenes se remontan hasta el siglo IV a.C. Por más de dos siglos, el reino de Palmira permaneció fiel al Imperio Romano, este se benefició de su ubicación estratégica para darle vida a sus principales rutas comerciales entre oriente y occidente y también funcionó como punto fronterizo entre los dos grandes imperios del momento, Roma y Persia.
En el siglo III d.C. nació Septimia Bathzabbai Zainib, quien con el tiempo se convirtió en una de las regentes más famosas de la época. Zenobia se casó hacia el 258 con el príncipe Septimio Odenato de Palmira. Ese mismo año él fue nombrado cónsul de Roma por el emperador Valeriano.
En 266, la pareja real tuvo un hijo, Lucius Iulius Aurelio Septimio Vaballathus Atenodoro conocido como Vaballato.
Un año más tarde, Odenato, y un primer hijo que tuvo en otro matrimonio, fueron asesinados por conflictos familiares. En ese momento Zenobia tomó el poder mientras su hijo Vaballato alcanzaba la edad necesaria para reinar.
Aunque el reinado de Zenobia duró solo 5 años, logró darle a esta ciudad siria la importancia y vitalidad que nunca tuvo. La reina ordenó que se iniciaran trabajos para embellecer la ciudad, muchas de estas construcciones aún existen ya en ruinas. Había muchas columnas majestuosas, estatuas, templos y coloridos jardines.
Zenobia no solo se dedicó a embellecer la ciudad, sino que emprendió una campaña para ampliar su pequeño imperio.
En ese momento, el imperio de Roma era un gran caos en el que se instalaban y caían emperadores con demasiada frecuencia y las fronteras eran cada vez más vulnerables. La reina de Palmira se aprovechó de esta situación y ya para el año 269 las tropas de Zenobia lograron dominar un gran territorio entre Asia Menor y Egipto.
La reina de Palmira sentía una gran admiración por Cleopatra, no solo imitó su estilo sino que tomaba muchas decisiones similares a las de la reina de Egipto.
En el año 270, el emperador Aureliano tomó las riendas del Imperio romano que se encontraba al borde del caos. Organizó la frontera e inició una campaña contra Egipto haciendo retroceder las fuerzas de Zenobia hasta Siria.
La última reina de Palmira fue derrotada en Emesa. Aunque consiguió huir, ella y su hijo fueron capturados en el río Eufrates cuando intentaban llegar al reino persa en busca de asilo y protección.
El esplendor de Palmira duró solo cinco años. Mientras la ciudad de Palmira era destruida por orden de Aureliano, Zenobia era trasladada a Roma como prisionera.
Aunque se desconoce el destino final de la reina de Palmira, lo más probable es que recibiera el perdón del emperador Aureliano y terminara sus días como matrona romana en una villa cercana a la capital del imperio que puso en jaque por un tiempo.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de mujeresenlahistoria.com