La Dinastía Quin, el emperador que comenzó la construcción de la Gran Muralla China
La Dinastía Quin, el emperador que comenzó la construcción de la Gran Muralla China
Luego de que la Dinastía Zhou cayó, siete estados autónomos lucharon unos contra otros para controlar China. Finalmente el estado de Quin resultó victorioso, y estableció un imperio fuertemente autoritario. El emperador Quin Shi Huang abolió los estados y conformó un gobierno central fuerte, que se caracterizaba por una autoridad despiadada, una administración eficiente y un código legal bastante estricto.
Luego de que la Dinastía Zhou cayó, siete estados autónomos lucharon unos contra otros para controlar China. Finalmente el estado de Quin resultó victorioso, y estableció un imperio fuertemente autoritario. El emperador Quin Shi Huang abolió los estados y conformó un gobierno central fuerte, que se caracterizaba por una autoridad despiadada, una administración eficiente y un código legal bastante estricto.
Los guerreros Quin del oeste comenzaron a conquistar a sus estados vecinos en el año 350 a.C. En 221 a.C. ya habían creado el imperio del que China ha tomado su nombre.
El rey Zheng de Quin integró gran parte de China en 10 años, lo que derivó la finalización del período llamado de los Reinos Combatientes. Zheng cambió su nombre por el de Shi Huangda o Quin Shi Huang (que significa "primer emperador") y fundó la primera dinastía imperial de China.
Pintura de la Dinastía Quin
Shi Huangdi reestructuró el Gobierno para controlar absolutamente todo. Normalizó los pesos y medidas, la escritura china e incluso el ancho de las ruedas de los carros de la época; promulgó las leyes e instituciones de la dinastía Qin e introdujo una moneda única. Fue un modernizador despiadado: abolió los poderes de la aristocracia feudal y envió a personas de su confianza a que gobernaran las regiones. Construyó caminos y canales, y mejoró la agricultura introduciendo planes de drenaje.
Para proteger a China de los ataque de los bárbaros Shi Huangdi comenzó la construcción de la Gran Muralla, gran parte de la cual existe en la actualidad. Estableció tradiciones imperiales que permanecieron casi inamovibles a través de diferentes períodos dinásticos durante al menos dos mil años. Shi Huangdi destruyó muchas obras literarias, incluyendo las de Confucio, incluso mandó a ejecutar a cuatrocientos eruditos con el fin de asegurar la modernización.
Un emperador para la historia
Después de haber sobrevivido a varios intentos de asesinato, nunca dormía en la misma cama más de dos veces.
A pesar de su tiranía, el emperador obedecía ciertos principios morales. Creía que los dioses le habían otorgado el «mandato del cielo», y que debía ganarse su respaldo gobernando bien. Este principio también implicaba que el emperador podía ser depuesto si gobernaba mal el país.
El emperador estaba obsesionado con la inmortalidad y tomaba mercurio para prolongar su vida, aunque ello lo condujo a la locura y probablemente aceleró su muerte.
El legado Quin
Arte Dinastía Quin
Shi Huangdi murió en el año 210 a.C. Cuatro años después, la dinastía Quin fue derrocada debido a que los cambios y leyes que había promulgado el emperador eran excesivos. Aunque estalló una guerra civil, la idea de un imperio unido permanecía en mente de todos. Un hombre del pueblo, llamado Liu Bang, que había sido funcionario Quin, fundó una nueva dinastía y, como resultado, se ganó el respaldo popular. La dinastía Han iba a gobernar durante cuatrocientos años sobre las bases que había establecido Shi Huangdi.
Shi Huangdi utilizó enormes cantidades de trabajadores forzados para levantar la Gran Muralla. Tenía 2.250 km de largo y se construyó con tierra y escombros. La piedra, los ladrillos y el cemento se añadieron después. La escala de esta operación muestra lo importante que era para los chinos librarse de las incursiones de las tribus del norte. Estas tribus se aprovechaban de la seguridad y prosperidad china, mientras ellos sufrieron grandes pérdidas antes de que se construyera la muralla y se venciera a los asaltantes.
La tumba de Shi Huangdi contiene su cuerpo y sus posesiones para que las pudiera usar en el más allá. También contenía siete mil soldados de terracota gigantes. Las caras de las figuras eran muy realistas y quizá representaban el auténtico rostro de un soldado determinado.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de historiaybiografias.com