Apolo y Dafne, una trágia historia de amor

Una de las historias de amor más trágicas y profundas de la mitología griega sin duda es el romance entre Apolo y Dafne.

Apolo era hijo de Zeus y Leto. Luego de su padre, es uno de los dioses más destacados del Olimpo. Aunque era el patrón de muchas cosas como la música, poesía y de las enfermedades, también era bastante vengativo y lujurioso.

Por otra parte, Dafne era una ninfa de los árboles, hija de Ladón y Gea. Era una joven muy bella y la historia de su romance con Apolo representa el dolor y el sacrificio. 

Según la mitología, aunque Apolo era muy bello siempre tuvo mala suerte en el amor. Pero al conocer a Dafne cayó a sus pies y comenzó a cortejarla, pero ella no
estaba muy segura...

El mito narra cómo luego de un enfrentamiento entre Apolo y una serpiente pitón,
el dios se burla de Eros por no haberlo ayudado en el enfrentamiento y en
venganza, este dispara dos flechas contra Apolo y Dafne (que se encontraban de
paseo); la del dios era de oro y la de la ninfa de plomo.

Luego de ser flechados Apolo quedó completamente enamorado de ella, pero Dafne comenzó a sentir desprecio y rechazo hacia el dios por culpa del plomo. Esta fue la manera de Eros de vengarse de la ofensa de Apolo.

El dios comenzó a obsesionarse con Dafne a medida que ella lo rechazaba, así que fue hasta el Olimpo para pedir ayuda para tener a la ninfa y recibió la colaboración de otros dioses. Pero cuando ella se vio acorralada por Apolo, pidió a su padre que la protegiera y allí su piel comenzó a convertirse en corteza, su cabello en hojas y sus brazos empezaron a lucir como ramas.

Apolo al ver lo sucedido, le juró amor eterno al árbol y afirmó que sus hojas siempre adornarían su cabeza, así es como nace la tradicional hoja de laurel que siempre es representada por Apolo.

Decenas de artistas y escritores se han inspirado en el mito de Dafne y Apolo para sus obras. Una de ellas es la escultura realizada por Gian Lorenzo Bernini que se encuentra expuesta en la Galería Borghese en Italia.

Incluso una de las pinturas más famosas de Gustav Klimt llamada ‘El beso’ está inspirada en la historia de amor del dios con la ninfa.

Se dice que los griegos querían dejar con este mito la enseñanza de los peligros de ciertas decisiones sobre todo en cuestiones del amor. Ya que la actitud de Apolo en tratar de tener a Dafne a cualquier precio la llevó a convertirse en otra cosa, algo que marcó su sentencia y que ya él no podía alcanzar. 


Titi González Méndez | Culturizando
Con información de mitosyleyendas.net | redhistoria.com