Escorpio y el trabajo
Escorpio y el trabajo
Sepa cómo y en qué trabajos y profesiones se desempeñan las personas de signo Escorpio de mejor manera.
Sepa cómo y en qué trabajos y profesiones se desempeñan las personas de signo Escorpio de mejor manera.

Escorpio en el trabajo
Viva máquina bélica que circula entre un estruendo de transgresiones, Escorpio apostrofa al destino desde el fondo de una ambición, de un ansia de poder que puede ser inagotable. Y generalmente surge la magia: circunstancias, hombres y cosas se acercan a él y se doblegan ante las formas rudas y atormentadas de su implacable voluntad. Actúa sobre el curso de los acontecimientos como si, de alguna manera, se tratara de un rapto o una violación. Pero cuando desencadena su torbellino conquistador, cuando se muestra su extremismo totalitario, cuando enarbola la negra bandera de su desorden militante, un flujo vivificante penetra en el interior de las cosas e impregna y regenera el corazón mismo de los objetos y de las empresas.
Su trabajo está a la altura de su ser: luchas, dramas y zapas se desencadenan y desarrollan de acuerdo con el rumbo de su instinto y encanto salvajes.
Su éxito se ve a menudo facilitado en las épocas de desorden, de tempestades sociales, de convulsiones políticas o de catástrofes económicas. Asimismo, las quiebras, liquidaciones y cierres no suelen serle desfavorables.
Su carrera se presenta como la de un auténtico combatiente, jalonado por obstáculos titánicos, luchas a muerte, discordias venenosas, rivalidades ávidas y procesos feroces, seguidos de espectaculares reconciliaciones y de recaídas que el Escorpión provoca por su absolutismo y su intolerancia crónica, de las que se alimenta como si fuera un veneno cotidiano del que extrae un vigor renovado sin cesar.
Puede ser el mejor en el campo de su competencia. Cuando todos se irritan, agotan y descorazonan, cuando se precisa un esfuerzo sobrehumano, una energía suprema para terminar un proyecto, llevar a buen puerto una empresa o doblar un cabo crucial, en aquel preciso momento en el que todo parece perdido, en el que los ejércitos se descomponen y huyen en desbandada, la eficacia del Escorpión es prodigiosa, realmente diabólica, y puede salvar las situaciones más comprometidas, zanjar las crisis más agudas y superar el punto crítico fecundando la desgracia y cambiando el desastre en victoria. No se puede olvidar, en este momento, los triunfos de Napoleón (ascendente Escorpión) o la acción de Charles de Gaulle (Sol/Escorpión), que asumió la derrota francesa de Mayo de 1940 y la convirtió en la épica liberación de 1944.
Por supuesto, también ha de contarse con su carácter intratable y su autoritarismo. Sus colaboradores, subordinados y superiores no suelen soportarle con el corazón henchido de alegría. Los conflictos son permanentes y la conspiración casi endémica; sin embargo, el Escorpión está así en su elemento. Cuando las cosas están excesivamente tranquilas, se aburre, se inquieta e inyecta subrepticiamente el ácido generador de futuras tempestades, con lo que se abre una brillante perspectiva...
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Dado que no rehuye ningún tipo de responsabilidad es evidentemente poco manejable. Se rebela instintivamente contra la disciplina administrativa o la férula patronal y se hace el sordo ante las recriminaciones. Las reprimendas le irritan y considera que los reglamentos no son más que papel mojado, siempre y cuando no sirvan estrictamente para llevar adelante su proyecto o su causa.
Sin embargo, puede ser corporativo, conciliador y agradable siempre y cuando nadie se inmiscuya en sus asuntos o ponga en tela de juicio sus métodos.
Como inconformista, puede ser temible, ya que no duda en suscitar huelgas, ocupaciones o motines y se sumerge con delectación en los honores de la subversión, que reprimirá brutalmente si se encuentra del otro lado de la barricada.
Es original, intuitivo, imaginativo, más bien solitario, y debe dejársele trabajar a su ritmo, a su aire y según sus métodos; en estas condiciones su rendimiento será más que sorprendente. Así como su espíritu de equipo es discutible y su sentido de la cooperación muy incierto, posee una notable capacidad de iniciativa y de creatividad. Hay que dejarle actuar, incluso si no tiene nada que hacer, ya que siempe saldrá algo interesante de su actividad, y ese algo será, a fin de cuentas, indispensable para la colectividad.